Convirtiéndola en Hotwife (Making a Hotwife): El camino de Carla a la perversión, de la mano de su marido (Spanish Edition) by Gianni Nial

autor:Gianni Nial [Nial, Gianni]
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 2020-12-02T06:00:00+00:00

CAPITULO F: conociendo a Iván.

JORGE

Ni que decir tiene, que en el día a día, Carla se había convertido en mi obsesión. Deseaba como nunca que ocurriera. No dejaba de leer relatos, de entrar en páginas web. Cada imagen de una esposa follando frente al marido, era mi Carla. Cada foto con una hotwife con dos pollas a la vez, era mi mujer. Pasaron meses de grandes polvos, por mi parte no bajaba el nivel. Debo reconocer que en ella sí, que a veces notaba una predisposición total, y a veces notaba como le bajaban las ganas. Pero me decía a mi mismo que era normal, Carla es una mujer, y como todas, en el mes a mes, tiene su ciclo.

Se acercaba mi aniversario. Iba a cumplir cuarenta años. Y se lo había dicho, en nuestras noches calientes, debajo de las sabanas, recién follados, entre dildos y fantasías. Quería verla gozar con otra polla, quería un trío, quería unos cuernos, eso iba a ser mi regalo. Y mi dulce esposa no lo había rechazado.

Sabía que habíamos decidido no preparar nada, dejarlo al azar. Pero como un muchacho que quiere que su primera cita sea perfecta, quería tenerlo atado por si surgía. Y por eso empecé a buscar por internet. Encontré varias posibilidades, íbamos a ir a Ibiza unos días para celebrar mi entrada en los cuarenta, y di con un candidato que parecía perfecto, de allí. En la foto, se le veía un cuerpo cuidado, de gym, y anunciaba que buscaba parejas liberales para salir y lo que surgiera. Tenía 27 años. Le escribí, y tras unos cuantos intercambios de correos, descubrí que era muy majo, soltero, se llamaba Iván, era andaluz de nacimiento pero llevaba tiempo en Ibiza. Pude ver una foto de su cara y vi que era el tipo de mi mujer, moreno, guapete, con ojos claros. Supe también que ya tenía experiencia en tríos, y cuando le conté que sería nuestra primera vez, lo noté muy emocionado, pues le excitaba la oportunidad. Decidí no contarle nada a Carla, y si surgía la oportunidad durante el viaje, contárselo, aún a riesgo de que se enfadara. Así que no le aseguré al muchacho que fuese a llamarlo, pero aún así por su parte lo puso todo muy fácil, diciéndome que estuviese tranquilo, que estaría pendiente pero que no insistiría si no le decía nada... Le mandé un par de fotos, y quedó encantado con mi mujer, diciéndome que normalmente lo había hecho con gente más mayor, y que le apetecía mucho que la cosa fuera bien.

Durante los días previos a nuestro viaje, intercambié con Iván unos cuantos whatsapps, que borraba automáticamente para que Carla no sospechara nada.

Por fin llegó la escapada. Llegamos al hotel, por la mañana, deshicimos el equipaje, y nos cambiamos para ir a refrescarnos a la piscina. Nos dimos un buen baño, nos acaramelamos, y estuvimos disfrutando. El calentón, por mi parte, era grande, y no dejaba de arrimarme a mi querida esposa, queriendo ponerla caliente, mientras nos bañábamos.

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