Conquistando a Alice by Susana Oro

Conquistando a Alice by Susana Oro

autor:Susana Oro
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romántico, Novela
publicado: 2017-11-15T23:00:00+00:00


CAPÍTULO 14

Dos semanas de infierno en el trabajo, se dijo Alice, y resopló de cansancio mientras subía la cuesta del hostal cargada de bolsas de compras para hacer una cena decente para Samuel. No es que pensara ser una devota esposa, pero la cocinera le había dicho que no dejaba de trabajar ni para comer el sándwich que ella le llevaba todos los mediodías. Estaba ojeroso y flaco como poste de luz, esas habían sido sus palabras.

Esa cena era un acto de misericordia, se dijo Alice mientras avanzaba arrastrando los pies. Esto ya parecía una mala costumbre. Llegaba de noche y cargada como esas esposas atentas y sumisas. Pero ella no podía permitir que se cayera muerto por culpa de inanición. Capaz que encima la culpaban de matarlo de hambre, se dijo y jadeó mientras recorría la media cuadra que le faltaba para llegar a la casa.

Había visto de pasada el hostal, y se sorprendió con los cambios que estaban haciendo. La casona antigua relucía con las paredes pintadas de amarillo y los techos rojos. Todo estaba iluminado y pudo apreciar la ampliación junto a la sala, toda de vidrio. Le habían puesto techo de cañas y parecía un lugar encantador, ideal para echarse en una tumbona a leer una novela romántica, pensó Alice. También pudo ver el arco redondeado que había en el parque, y se imaginó la pérgola de rosas trepadoras que le había contado Carina entre saltos mientras le decía: Allí nos vamos a casar. Ella y su novio caminarían por el sendero rodeado de flores multicolores, que se veía gracias a las luces que iluminaban el sendero. De solo recordar su casamiento, tuvo ganas de echarse boca abajo a llorar en medio del camino que subía a la casa. Ella nunca tendría un casamiento especial, pero se montaría su pequeño negocio y haría realidad el sueño de muchas novias.

También sabía por Carina que Samuel había contratado una empresa para eventos. En realidad dos se habían mostrado interesadas por usar el lugar, pero Samuel se decantó por la que tenía la mejor cartera de clientes. ¿Y a quién había elegido?, a la famosa Alexandra Barrios, la mejor en el rubro. Era una experta, eso Alice no podía negarlo.

Alice no tuvo dudas que se llevarían bien, porque Alexandra era tan arrogante y creída como Samuel. Pero no solo se parecían en eso. Los dos eran liberales, alérgicos al matrimonio, y dispuestos a romper la cama con sexo del duro durante toda la noche. Eran tal para cual, y no tuvo dudas que eso había pesado en la balanza para que Samuel la contratara. Tener allí a Alexandra sería un grave problema para su salud mental, pero Alice no tenía voz ni voto en las decisiones, por lo que solo tendría que soportar con resignación la presencia de la mujer.

Subió los escalones de la galería y al ver la puerta entreabierta se quedó parada, dudando si entrar o dar unos golpecitos para anunciar su llegada.

Durante seis meses esta será tu casa, Alice.



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