Aventuras de un naturalista en Méjico by Lucien Biart

autor:Lucien Biart [Biart, Lucien]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Crónica, Viajes
editor: ePubLibre
publicado: 1868-12-31T16:00:00+00:00

Hubo un momento de confusión; herido el reptil acababa de pasar sobre nosotros. Desembaraceme en seguida de las ramas, protegiendo al asombrado Luciano, y arrebatándolo hacia atrás. Cuando volví avanzaba Sumichrast hacia Encuerado que, machete en mano, había hecho tres pedazos la serpiente. Peligroso hubiese sido acercarse a aquellos trozos que golpeaban la ensangrentada tierra, precipitándose uno en la hoguera que deshizo. El indio se esforzaba en impedir que se unieran las secciones, creyendo, como todos sus hermanos, que se soldarían instantáneamente los pedazos del reptil. Confieso que se siente uno tentado a dar fe a esta creencia popular al ver que las partes del reptil se enlazan, oprimen y estrechan, como si el instinto secreto del animal le impulsara a desear un contacto capaz de devolverle la vida.

Al fin, en sus ciegos movimientos, los pedazos de la culebra negra se perdieron en el bosque. Entonces examiné de alto abajo a Gringalet, viendo que nuestro vigilante compañero no tenía otra cosa que algunas ligeras contusiones como nosotros.

—¡Diablo, diablo! —exclamó Sumichrast—. No hemos sido muy valientes. En vez de asustarnos debíamos haber permanecido tranquilamente acostados, porque la serpiente no hubiese venido a atacarnos y la choza nos cobijaría aún.

—Siempre es bueno lo que termina bien, —replicó riendo—; pero convengo en que podíamos haber dado mejor ejemplo a maese Rayo-de-Sol que en adelante tendrá miedo a las serpientes negras.

—No, a fe mia, —dijo Luciano—, a no ser que me encuentre solo.

Y con la confianza propia de su edad, se volvió a dormir. Antes de imitarle, avivó la hoguera Encuerado y acarició a Gringalet que le lamió la cara, familiaridad que valió al perro una lección de buena crianza cuyo final no pudo oír.

FIN DE LA PARTE PRIMERA.

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