¡Oh, soledad! by Catherine Millot

¡Oh, soledad! by Catherine Millot

autor:Catherine Millot
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Drama
publicado: 2014-03-04T23:00:00+00:00


De todas maneras, la obra reclama soledad. Durante los años de «la preparación de la novela» esa soledad se volvió, para Barthes, un imperativo cada vez más exigente, fuente de agudos conflictos, a medida que el de escribir se volvía más invasivo, extendiéndose a todos los instantes, transformando en culpables todos los momentos de vida que no le dedicaba. La «ley de la madre» —como él decía—, que ya no estaba para guiarlo, fue suplantada por una instancia feroz, totalitaria, lo opuesto de lo que su madre había sido para él en vida.

Así, se entabla en él una lucha a muerte, dice, para arrancar el espacio y el tiempo requeridos por la escritura a todas las fuerzasantagónicas que se encarnizan en invadirlos: las obligaciones profesionales o sociales, la vida corriente y su agotadora gestión, la familia e incluso el amor o la amistad. Se pone a soñar con estratagemas para acabar definitivamente con todas las solicitudes: la enfermedad (como Proust o Kafka), la excentricidad (Proust de nuevo o Rousseau). ¿La vejez que se anuncia no sería una buena coartada?

La vejez es una hermosa edad de la vida, siempre que no se vea afligida por la enfermedad. Hay una despreocupación propia de ese estado que lo acerca a la primera juventud. Envejecer libera de la carga del futuro, aliviana el cuidado de sí. Comparte esa libertad con la adolescencia, que todavía escapa a la seriedad de la edad adulta. Y si la juventud no tiene ataduras, del otro lado de la vida la vejez a menudo las ha roto como amarras. Barthes evoca la situación existencial de «abandonamiento» que ambas comparten. Al igual que la ausencia de futuro, el desamparo es una de las caras de la libertad. En la depresión que no tiene edad, el «no future» puede ser vivido como una pared que tapa el horizonte. Pero la vejez libre de preocupaciones ve abrirse ante ella, en la bruma que difumina los límites, un horizonte vasto como el infinito.



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