Amor a prueba by Elizabeth Duke

autor:Elizabeth Duke
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
publicado: 1998-01-01T20:54:53+00:00

Capítulo 9

ROXY SE detuvo paralizada. ¡Mirella! El cabello negro esparcido sobre la almohada, las curvas seductoras y las piernas largas y bronceadas eran inconfundibles. Había visto los encantos de Mirella todo el día, ¡pero no de aquella manera! El escueto bikini de Mirella yacía sobre la moqueta junto a la cama. Roxy sintió que se le encendían las mejillas y un dolor intenso en su interior. ¿Había llevado Cam a su secretaria a su habitación para que durmiera la borrachera de champán? ¿Se había desvestido Mirella antes de dormir dejando la puerta abierta deliberadamente con la esperanza de que la prometida de Cam la viera en esa cama? Una ola de furia amarga nació dentro de ella. ¡Cam no se atrevería! No sería tan osado pocos días antes de su boda. Nunca se arriesgaría así habiendo tanto en juego. Pero si no había llevado a su secretaria hasta allí ni la había invitado, ¿cómo sabía Mirella dónde estaba su dormitorio? ¿Acaso había estado antes allí?

Roxy tembló, pero no por el frío, aunque lo hacía, demasiado para dormir desnuda. Respiró profundamente. Aunque no le gustaba la idea entró en la habitación de Cam y tapó a su secretaria con una sábana y una colcha. Mirella no se despertó. Después regresó a la cocina para contárselo a Cam.

-Creí que ibas a ponerte un jersey -dijo mirándola mientras servía dos tazas de café.

Roxy tomó aliento para calmarse mientras se sonrojaba de dolor y furia.

-Creí que era más importante ponerle un jersey a tu secretaria, o al menos taparla con algo.

Cam se quedó rígido y la observó con perplejidad.

-¿De qué diablos estás hablando?

-Mirella está como un tronco en tu cama... y está completamente desnuda. ¿No lo sabías? -preguntó con dulzura.

-Claro que no lo sabía. Pero no me sorprende -replicó con frialdad.

-¿No te sorprende que esté en tu cama? -preguntó perpleja.

-Nada de Mirella me sorprende. Le encanta ser el alma de la fiesta y tiende a beber demasiado. Será mejor que la dejemos dormir. De todos modos no está en condiciones para conducir. La llevaré a casa en su coche cuando se despierte y volveré en taxi.

-¿Y si no se despierta?

-Entonces buscaré otro sitio para dormir esta noche.

-Escucha, yo me caigo de sueño. Creo que pasaré del café, podría desvelarme.

No quería desvelarse escuchando los sonidos del otro lado del pasillo. Quería dormir profundamente y no saber nada.

Cam la miró como si fuera a decir algo, pero acabó asintiendo y despidiéndose de ella. -Yo me quedaré despierto un rato por si tengo que llevar a Mirella a casa más tarde. Pero no te sorprendas si aún está aquí para el desayuno.

-Nada de tu secretaria me sorprendería -aseguró y recorrió el pasillo sin mirar hacia la habitación principal antes de meterse en su cuarto y cerrar la puerta con firmeza.

No se durmió enseguida. Se tumbó en la cama obligándose a permanecer despierta escuchando contra su voluntad para buscar el ruido de Mirella volviendo a la vida... o el de Cam entrando de puntillas en su cuarto. Pero

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