Al otro lado by Marc Betriu

autor:Marc Betriu [Betriu, Marc]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Intriga
editor: ePubLibre
publicado: 2023-02-08T00:00:00+00:00

14

En cuanto Benítez le informó de sus sospechas respecto a Juan Hernández, Frederika tuvo la certeza casi absoluta de que era el enemigo y de que contactar con ella formaba parte de su misión. Sintió un vacío ante aquella convicción y tuvo un breve instante de miedo, un miedo extraño y fugaz que no tenía que ver con los riesgos que pudiera correr en el curso de la misión, sino con el desamparo, con la soledad, con la pérdida de algo indeterminado que no era capaz de precisar. Estaba en un despacho contiguo al del coronel Gil y entonces Benítez la besó, y ella se dejó, porque su ser no podía hacer otra cosa que buscar un ápice tangible con el que acompañar su soledad y colmar su necesidad de pertenecer a algo, no podía hacer otra cosa que empeñarse en sentirse partícipe de un cuerpo mayor, de una maquinaria dentro de la cual todo tendría sentido. Para Benítez aquel beso debió de ser un beso lujurioso, pero ella cerró los ojos y buscó confortarse en esa pizca de afecto.

Volvieron a la reunión. La disputa con los militares no fue fácil. Luchaban por evitar un excesivo sometimiento a las exigencias alemanas. Guernica había sido celebrado por algunos mandos españoles, que se veían victoriosos, pero otros lo consideraban una barbaridad y un error estratégico. Se resistían a dejar que Alemania e Italia emplearan a España como territorio para una calculada e intimidatoria propaganda de su potencia de guerra en su propio beneficio, así como banco de pruebas y de entrenamiento para sus aviadores, ello a costa de la destrucción del país. De hecho, conscientes del impacto de la noticia, se habían apresurado a acusar a los republicanos del bombardeo por medio de un comunicado oficial. Algunos generales creían que matanzas como la de Guernica podían forzar a Francia y a Reino Unido a prestar ayuda a los republicanos. Frederika escuchaba en silencio. Ya había dicho lo que tenía que decir. Tomaba nota mentalmente de las opiniones de los presentes para poder informar de quiénes estaban a favor de una mayor intervención alemana y quiénes no. Todos estaban de acuerdo en que la propaganda se había convertido en un frente más en el que había que combatir y eso daba mayor relevancia a la película de la matanza en los alrededores de Madrid.

El capitán Navío entró en el despacho junto a otro oficial. Evitó mirarla. No había podido acudir a la fiesta por una emergencia. Habían llegado informes de que era posible que quienes habían asesinado a un agente de su sección en Salamanca hubieran llegado recientemente a San Sebastián siguiendo la pista de Gregory Ivanov. Alguien se dio cuenta de que no era aconsejable hablar de aquello delante de Frederika, de modo que la invitaron amablemente a regresar a la fiesta.

La reunión fue provechosa e intensa para Frederika. Fue una terapia útil. Pero cuando bajó las escaleras acompañada de Benítez, en lugar de sentirse aliviada, su inquietud creció sabiendo que Juan Hernández se encontraba en la fiesta.

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