Tres asesinos by Kotaro Isaka

Tres asesinos by Kotaro Isaka

autor:Kotaro Isaka [Isaka, Kotaro]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Intriga
editor: ePubLibre
publicado: 2004-07-30T00:00:00+00:00


La Cigarra

«¿Y qué le cuento a Iwanishi?»; la Cigarra se devana los sesos. El cuerpo colgado en la habitación del hotel, con la soga al cuello y como si fuera una ilustración de manual de un ahorcamiento, tenía que ser ese tal Kaji.

—Tu objetivo es el tío enorme. El bajito del bigote es el señor Kaji. No vayas a joderla —había insistido Iwanishi.

«Ese no era el tío enorme. Eso fijo. Este tío era bajito, y supongo que ese desastre que tenía sobre el labio era alguna clase de bigote».

Arranca hacia el metro, pero no le apetece cogerlo aún, así que pasa el rato en los grandes almacenes. Menudo coñazo sería recibir la llamada de Iwanishi preguntándole si está hecho, todo emocionado, así que apaga el móvil.

«La manera más rápida de obtener tu libertad es matar a tus padres». La Cigarra leyó eso una vez en una novela. Hoy en día, sin embargo, la mejor manera de ser libre es apagar el móvil. «Tan simple que es una estupidez».

—Todo es culpa tuya. —Puede oír ya los gritos que le pega Iwanishi—. Esto ha sucedido única y exclusivamente porque has llegado tarde. ¿Cómo nos vamos a presentar delante del cliente después de que hayas pifiado el encargo por haber llegado tarde?

—Sí, pero —la Cigarra se imagina contestando— nuestro cliente, este tal Kaji, fue y se suicidó, así que no hay nadie ante quien presentarse. Cero problemas.

—¿Y qué pasa con nuestros honorarios, el dinero que se suponía que íbamos a recibir por esto? ¿No te sientes responsable ni en lo más mínimo?

—¿Por qué iba yo a ser responsable de eso?

—¡Porque has llegado tarde!

—Bueno, claro, si lo dices de esa manera…

Se toma un café en una cafetería, se pasea por la galería comercial. Pasa el tiempo.

—Eh, Cigarra, mira que encontrarte por aquí…

Recibe un toque en el hombro que le hace dar un respingo. Se da la vuelta. Ante sí tiene a una mujer regordeta que luce algo que no está seguro de si es un bañador o un body de lencería.

—Eh, hola, Momo. Oye, ¿no hace un poco de frío para ir con eso puesto?

Se le transparenta todo, los pechos y el resto, pero lo cierto es que no le excita.

—Te he estado buscando. Bueno, yo no; es Iwanishi quien te está buscando. Si estás pasando el rato por aquí, ¿puedo suponer que tenías pensado acercarte a mi tienda?

—Probablemente.

En realidad, ni siquiera era consciente de adónde se dirigía, pero sí parece que sus pasos lo estaban llevando en la dirección de la tienda de Momo. La mayoría de las veces en que se encuentra cerca de la estación de Tokio hace una parada en la tienda de revistas porno de Momo, así que habrá estado caminando hacia allá por mera costumbre.

La Cigarra no sabría decir qué edad tiene Momo. El año pasado, ella dijo que era su año del zodiaco chino, pero eso tampoco aclaraba mucho las cosas: bien podría tener veinticuatro, treinta y seis o cuarenta y ocho años. Al menos estaba seguro de que no tenía doce.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.