Tiempo de bailar by Karen Kingsbury

autor:Karen Kingsbury
La lengua: spa
Format: epub
Tags: ebook, book
editor: Grupo Nelson
publicado: 2011-04-09T00:00:00+00:00

Quince

LA IDEA DE UNA DESPEDIDA DE SOLTEROS EN PAREJAS SE LE OCURRIÓ A MATT. Razonó que puesto que Nicole Reynolds era hija del famoso entrenador John Reynolds, casi pertenecía a la realeza... al menos para los niveles de Marion. Así que sin duda debería haber al menos una parrillada para celebrar el hecho de que la muchacha se estaba casando.

Abby no iba a oponerse ya que por lo único que habían pospuesto contarles a los chicos lo del divorcio era para darle a Nicole ese tiempo de felicidad.

—¡Por supuesto! —exclamó mirando expectante a su hija el momento en que Matt propuso la idea—. Podríamos invitar a la mitad de la población de Marion.

Los ojos de Nicole centellearon al instante, Abby sufrió por ella. Por felices que fueran estos seis meses nunca compensarían el dolor que John y ella estaban a punto de causarles a Nicole y sus hermanos.

—¿Podemos, mamá? ¿No te importaría?

—Para nada, cariño. Invita a quien quieras.

—Una clase de despedida de solteros en parejas —comentó Nicole codeando a Matt—. Como tuvo tu amigo Steve el año pasado, ¿recuerdas?

—Exactamente. Algo como eso puede reemplazar otra despedida de solteros después —contestó él bromeándole.

—Ah no, no te apresures —objetó Nicole codeándole más fuerte esta vez y riendo—. No dije nada de eso.

Abby los observó. Se ven como nosotros hace veintidós años, Señor.

El amor jamás deja de ser... El amor no se extingue, hija mía.

Las palabras para nada eran agradables, pero igual allí estaban. Un recordatorio constante de cómo John y ella habían fallado.

—No puedo evitar que mis amigas me hagan más adelante una despedida de soltera, ¿verdad, mamá? —opinó Nicole lanzándole una sonrisa a su madre.

Con eso la idea había echado raíces. Invitaron a los compañeros de entrenamiento de John y a una docena de viejas amistades de Nicole, chicas con quienes había vitoreado en el Colegio Marion y con las que se mantenía en contacto. Matt invitó a varios de sus compañeros de la facultad de derecho, y Nicole insistió en invitar a tres familias que hasta donde recordaba habían sido más cercanos que parientes.

John estuvo de acuerdo con la fiesta, pero en privado no le gustó la idea desde el principio.

—Es muy difícil fingir cerca de los hijos —le comentó una noche a Abby—. Peor aun con el mundo entero observándonos.

—No me hables de fingir —contestó Abby sintiendo que el rencor le salía a la superficie—. No soy yo la que desfila por ahí con un amante del brazo.

Entonces desapareció dentro de su oficina antes de que él pudiera responder al fuego.

Se llevaban mejor evitándose uno al otro; por ello, en los días que precedieron a la fiesta, se las arreglaron para hacer precisamente eso. John pasaba más tiempo haciendo ejercicio o corrigiendo exámenes en el colegio, y ella se mantenía ocupada ayudando a Nicole a hacer listas de invitados y a escoger ornamentos de boda. Pasaba las tardes con Sean, llevándolo a partidos de minifútbol, a entrenamientos de béisbol y a practicar natación en el club.

Cuando se veía obligada a estar en casa con John, hallaba motivos para permanecer en su estudio.

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