Pensar con imágenes by Temple Grandin

autor:Temple Grandin
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788490652183
editor: Alba Editorial
publicado: 2016-04-21T16:00:00+00:00

Afecciones epilépticas

Algunos síntomas autistas pueden deberse a afecciones de índole epiléptica. Pequeños ataques difíciles de detectar en un encefalograma pueden crear trastornos de mezcla sensorial, conductas autolesivas y estallidos de agresividad. Las sustancias que normalizan la actividad eléctrica del cerebro a veces reducen los síntomas autistas y mejoran la capacidad del niño de entender el lenguaje hablado.

En algunos casos, los estallidos repentinos de agresividad se deben en realidad a una epilepsia del lóbulo frontal. Si las rabietas y la agresividad se producen sin motivo aparente, habría que sospechar la posibilidad de que exista este trastorno y podría estar indicada la administración de anticonvulsivantes. Es posible que exista una epilepsia del lóbulo frontal aun cuando un encefalograma dé resultados normales, ya que no se manifiesta a menos que el individuo sufra el ataque en la consulta del médico.

Algunas de las personas afectadas responden bien a la vitamina B6 y al magnesio o la dimetilglicina (DMG), según el doctor Rimland. Estudios llevados a cabo en Francia han demostrado que estos suplementos mejoran la conducta y ayudan a nor­malizar la actividad eléctrica en el cerebro de los pacientes autistas ingresados. Parecen ser más eficaces en los individuos con síntomas de índole epiléptica, como estallidos repentinos de ira o situaciones en que de pronto se echan a reír y acto seguido rompen a llorar. También han sido muy eficaces en niños de corta edad que empiezan a desarrollar el lenguaje normal y luego pierden la capacidad de hablar y entender el lenguaje hablado.

En niños no verbales gravemente discapacitados, el uso de anticonvulsivantes a temprana edad puede mejorar el habla al reducir los trastornos de procesamiento auditivo que prácticamente les impiden entender el lenguaje hablado. Los padres han manifestado que, en algunos casos, los suplementos de vitamina B6 y magnesio han mejorado el habla. Los nuevos medicamentos para la epilepsia constituyen un campo de investigación muy prometedor. Un nuevo fármaco para la epilepsia llamado felbamato (Felbatol) acaba de ser aprobado por la Food and Drug Administration, la entidad responsable de la salud pública en Estados Unidos. Este medicamento ha ayudado a dos niños pequeños con graves discapacidades: uno no entendía el lenguaje hablado; el otro era una niña tan agresiva e impulsiva que era imposible controlarla. Con el Felbatol, el niño recuperó el habla y la niña mejoró radicalmente su conducta. Sin embargo, este medicamento debe administrase con extrema cautela, porque puede causar anemia aplásica. Conviene realizar análisis de sangre periódicamente para evitar complicaciones que podrían ser mortales.

Christopher Gilberg, un célebre investigador de Suecia, ha afirmado que un fármaco para la epilepsia llamado etosuximida (Zarontin) eliminó síntomas autistas y devolvió el habla a un niño autista profundo. El doctor Andrius Plioplys, del Mercy Hospital de Chicago, ha descubierto que los síntomas autistas se redujeron en tres niños de entre tres y cinco años cuando se les administró el anticonvulsivo llamado ácido valproico (Depakene). Si bien dejaron de sufrir ataques, presentaron anomalías encefalográficas. Estos tratamientos suelen tener mayor eficacia en niños de corta edad. Además de

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