Pelham UNO DOS TRES by John Godey

Pelham UNO DOS TRES by John Godey

autor:John Godey [Godey, John]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Policial
editor: ePubLibre
publicado: 1973-01-01T05:00:00+00:00


Murray Lasalle

Murray Lasalle dejó que su secretaria buscase el número de teléfono del Banco, pero le advirtió que quería iniciar él mismo la conversación; no era momento de observar el protocolo, aunque, en circunstancias normales, sabía su valor y lo explotaba.

Su secretaria, una vieja yegua del Servicio Civil, se sintió indignada por esta usurpación de sus derechos, y todavía más cuando Lasalle, sentado en el borde de una mesa del histórico salón de Archibald Gracie, le dijo que «se diese prisa, pues no estaba para cuentos». Desde que había empezado a trabajar para Murray Lasalle, su antisemitismo, fomentado en su infancia por la exquisita cultura de sus vecinos irlandeses de Brooklyn, pero mitigado por años de servicio con personas de «todas las clases», había sufrido una violenta reactivación.

Lasalle marcó el número con impacientes movimientos de dedo índice y dijo a la telefonista que llamaba desde la oficina del alcalde, que el caso era muy urgente y que tenía que hablar en seguida con el presidente del Consejo de Administración. Le pusieron con la secretaria del presidente.

—El señor presidente está hablando por otra línea —dijo la secretaria—. Le llamará a usted con mucho gusto en cuanto…

—Me importa un bledo que le guste o no. Quiero hablar con él sin pérdida de tiempo.

La secretaria respondió con amabilidad a su rudeza:

—Tiene una conferencia con ultramar, señor. Espero que lo comprenda.

—No me replique, joven. Se trata de un asunto de vida o muerte, de diecisiete vidas como mínimo. Por consiguiente, interrumpa su conferencia y basta de monsergas.

—No puedo hacerlo, señor.

—Oiga: métase en su oficina y dele mi recado, si no quiere verse procesada por entorpecer la acción de la Justicia.

Por primera vez, la voz de la secretaria vaciló:

—No se retire, señor. Veré lo que puedo hacer.

Murray esperó, tamborileando con los dedos sobre la mesa, hasta que una voz melosa llegó a su oído:

—¡Murray! ¿Cómo estás, viejo amigo? Soy Rich Tompkins. ¿A qué viene tanta prisa?

—¿Cómo diablos me han puesto contigo? ¡Maldita sea! He preguntado por el jefe, no por un piojoso agente de Prensa.

—¡Murray!

Protesta, miedo y súplica estaban contenidos en estas dos sílabas, tal como había previsto Lasalle; acababa de darle un golpe bajo. Rich Tompkins era vicepresidente encargado de relaciones públicas del «Gotham National Trust», cargo digno e importante cuyo principal objeto era impedir que llegase a conocimiento del público cuanto pudiera enturbiar la imagen de pureza del Banco. Estaba bien considerado, como pilar conservador de la comunidad bancaria, pero tenía un esqueleto comprometedor oculto en el armario de su pasado, pues, durante cinco alocados meses, después de graduarse en Princeton y antes de encontrar su verdadero métier, había trabajado como agente de Prensa cinematográfica. En su mundo actual, esto era lo mismo que haber sido judío, y vivía en constante alerta para que no se descubriese el terrible secreto y lo echara todo a rodar: un salario de cien mil, una finca en Greenwich, un yate de doce metros de eslora, almuerzos con el presidente de la Bolsa de Valores… Había estudiado en Princeton gracias a una beca, y sus antepasados no habían sido nobles ni ricos.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.