LA PRINCESA DE HIELO by Camilla Läckberg

LA PRINCESA DE HIELO by Camilla Läckberg

autor:Camilla Läckberg
La lengua: es
Format: mobi
publicado: 2008-12-28T00:00:00+00:00


Hacía mucho tiempo que no se sentía tan nervioso. Lo que experimentaba en la boca del estómago era una sensación maravillosa y horrenda a un tiempo.

La montaña crecía sobre la cama a medida que se iba probando ropa. Toda le parecía demasiado anticuada, demasiado deportiva, demasiado festiva, demasiado cursi o, simplemente, demasiado fea. Además, la mayor parte de los pantalones le quedaban justos de cintura. Con un suspiro, arrojó sobre el montón otro par de pantalones y se sentó en calzoncillos sobre el borde de la cama. Toda la expectación por la cena desapareció de golpe y, a cambio, sufrió un ataque de angustia normal y corriente. Tal vez fuese mejor llamar para cancelar la cita.

Patrik se tumbó en la cama y se quedó mirando al techo con las manos cruzadas en la nuca. Aún conservaba la de matrimonio y, en un impulso sentimental, empezó a acariciar el lado de Karin. Hasta hacía poco, no había empezado a ocuparlo mientras dormía. En realidad, debería haber comprado una cama nueva tan pronto como ella se marchó, pero no había sido capaz de hacerlo.

Pese a todo el dolor que sintió cuando Karin lo abandonó, se había preguntado alguna que otra vez si era a ella a quien añoraba verdaderamente o si lo que echaba de menos era la ilusión del matrimonio como institución. Su padre había dejado a su madre por otra mujer cuando él tenía diez años y la consiguiente separación fue muy dolorosa, pues para hacerse daño sus padres lo utilizaron tanto a él como a su hermana pequeña Lotta. Entonces, se prometió a sí mismo que jamás sería infiel, pero ante todo que jamás, jamás nunca, se divorciaría. Si se casaba, sería para toda la vida. Así que cuando él y Karin se casaron hacía cinco años en la iglesia de Tanumshede, no dudó ni un instante de que lo hacían para siempre. Pero la vida rara vez resulta como uno se la plantea. Ella y Leif llevaban más de un año viéndose a sus espaldas cuando él los sorprendió. Una historia realmente clásica.

Un día que no se sentía bien llegó a casa un poco antes, y allí se los encontró, en el dormitorio. En la misma cama en la que él estaba ahora. Quizá fuese un masoquista, pues ¿cómo, si no, podía explicar que no se hubiese desecho ya de la cama? Aunque ahora ya era tarde. Ya no importaba lo más mínimo.

Se incorporó, dudando aún de si iría o no a casa de Erica. Quería ir. Y no quería. Un ataque de falta de confianza en sí mismo había arrasado con toda la excitación que había sentido a lo largo del día, bueno, de cada día de la semana. Pero ya era demasiado tarde para llamar y cancelar la cena, así que no tenía muchas opciones.

Cuando, por fin, encontró un par de chinos que le quedaban aceptables de cintura y se puso una camisa azul recién planchada, se animó un poco y empezó a alegrarse de nuevo ante la idea de la cena.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.