Guerra en el club de la miseria by Collier Paul

Guerra en el club de la miseria by Collier Paul

autor:Collier, Paul
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ciencias sociales en general. Ciencias sociales en general
editor: Turner
publicado: 2011-01-01T00:00:00+00:00


¿Cuáles son los efectos de la guerra civil? La consecuencia más evidente es que la guerra causa víctimas mortales y heridos. La mayoría de las muertes no son resultado de los combates sino de enfermedades. Las huidas en masa llevan a la gente a lugares desconocidos donde carecen de inmunidad natural, y los sistemas de salud públicos se van a pique. Debido a que se trata de enfermedades muy persistentes, gran parte de la mortalidad se produce después de terminada la guerra.

Otra consecuencia bastante obvia es que la guerra es nociva para la economía: no sólo destruye la del país en cuestión, sino que también perjudica a las de los países vecinos. Asimismo, se trata de un efecto sumamente persistente, con lo cual muchos de los perjuicios económicos tienen lugar una vez finalizado el conflicto. Calculo que el coste económico de una guerra en un país del club de la miseria equivale, por término medio, a la pérdida de los ingresos de dos años, o lo que es lo mismo, a unos veinte mil millones de dólares. No obstante, he terminado dándome cuenta de que esta cifra aproximada, aun siendo enorme, se queda muy corta respecto del verdadero coste.

El motivo es que el cálculo no tiene en cuenta el hecho de que las personas afectadas por un conflicto interno suelen estar, en una proporción desmesurada, entre las más pobres y desfavorecidas del mundo. El dólar que pierde un pobre debería valorarse más que el que pierde alguien de posición más acomodada. El diferencial de renta entre el ciudadano medio de un país del club de la miseria y el de los demás países en vías de desarrollo ya es de uno a cinco. Sin siquiera salir del club de la miseria, existe un amplio abanico de rentas en cuyo extremo inferior se agolpan los países que recientemente han sufrido un conflicto. Los países propensos a la guerra no sólo son ya los más pobres, sino que tienen grandes probabilidades de seguir siéndolo. Dado que el crecimiento lento es en sí un importante factor de riesgo de conflicto, los países más proclives a la violencia se encuentran sistemáticamente entre los que crecen más despacio.

Mi cálculo del coste tampoco tiene en cuenta el hecho de que la paz es fundamental para el desarrollo: sin ella, todas las posibles intervenciones se verán frustradas. La vacunación infantil o el suministro de antirretrovirales es prácticamente imposible en condiciones de guerra, lo cual crea problemas del tipo eslabón más débil en la provisión de bienes públicos globales. Por ejemplo, la viruela se erradicó en todo el mundo mediante una campaña país por país que supuso una auténtica carrera contrarreloj: mientras no se eliminase en todas partes, se corría el riesgo de que volviese a estallar una epidemia global. El último rincón del planeta donde se erradicó fue Somalia, en la década de 1970. Hoy en día habría sido imposible acabar con la viruela, ya que, desde 1993, no se puede poner un pie en este país africano.



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