Forrest Gump by Winston Groom

Forrest Gump by Winston Groom

autor:Winston Groom [Groom, Winston]
La lengua: spa
Format: epub, mobi
Tags: Ficción, Novela, Humor
editor: ePubLibre
publicado: 1986-01-01T05:00:00+00:00


13

Mi primera impresión fue que se me había caído encima un montón de plátanos, igual que mi padre. No podía moverme, no podía gritar, no podía hacer nada. Fuera, al mirar por la ventanilla, sólo vi el cielo azul. La nave espacial seguía subiendo.

Al cabo de un rato empezamos a ir más despacio, y las cosas mejoraron. La mayor Fritch dijo que podíamos desabrocharnos los cinturones y hacer lo que tuviéramos que hacer, aunque no sé qué quiso decir. Me dijo que viajábamos a una velocidad de dos mil cuatrocientos kilómetros por hora. Cuando miré otra vez por la ventanilla vi que la tierra parecía una pelotita, como la que aparece en las fotos que toman desde el espacio. Cuando me volví, el viejo mono parecía muy cabreado y nos miraba a la mayor Fritch y a mí con cara de pocos amigos. La mayor Fritch dijo que a lo mejor tenía hambre y que le diera un plátano antes de que se enfadara e hiciera una burrada.

Los de la NASA habían preparado una bolsita de comida para el mono, con plátanos, cereales, bayas, hojas y cosas así, conque la abrí y busqué algo para que el mono se entretuviera. Mientras, la mayor Fritch hablaba por radio con el centro de control de Houston.

—Oigan —dijo—, tenemos que hacer algo con ese mono. No es Sue, sino un macho con muy mal genio. Quizá se ponga agresivo.

Los de Houston tardaron un poco en recibir el mensaje y en contestarnos.

—No diga tonterías —dijo alguien al cabo de un rato—, todos los monos son iguales.

—Ni mucho menos —contestó la mayor Fritch—. Si estuviera usted encerrado en una cápsula espacial con esta bestia no diría lo mismo.

Al cabo de un par de minutos sonó una voz muy enfadada por la radio, que dijo:

—Les ordeno que no cuenten a nadie que nos hemos confundido de mono. Seríamos el hazmerreír del mundo entero. Por lo que a ustedes respecta, ese mono es Sue, y me da igual qué tenga entre las piernas.

La mayor Fritch me miró y sacudió la cabeza.

—Muy bien, señor —respondió—, pero ese animal permanecerá atado a su asiento hasta que regresemos. ¿Está claro?

Los del centro de control contestaron sólo con dos palabras:

—Cambio y corto.

En el fondo, cuando te acostumbras, viajar por el espacio es muy divertido. Como en la cápsula no hay gravedad, flotamos por toda la nave, y el paisaje es extraordinario, con la Luna, el Sol, la Tierra y las estrellas. Me pregunto dónde estará Jenny Curran en estos momentos, y qué estará haciendo.

Hemos dado varias vueltas a la Tierra. El día y la noche pasan cada hora o así, así que ves las cosas desde otra perspectiva. Quiero decir que en estos momentos estoy aquí, haciendo esto, ¿pero qué haré cuando vuelva a la Tierra, suponiendo que vuelva? ¿Montar el negocio de las gambas? ¿Ir a buscar a Jenny? ¿Tocar con los Huevos Cascados? ¿Arreglar el asunto de mi pobre madre, que está en el asilo? Todo es muy extraño.

La mayor Fritch echa un sueñecito siempre que puede, pero cuando está despierta no deja de quejarse.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.