El naufragio by Lola García

autor:Lola García [García, Lola]
La lengua: spa
Format: epub
editor: Ediciones Península
publicado: 2018-09-12T22:00:00+00:00

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UNA PURGA PARA ENCARAR LA RECTA FINAL

En la Generalitat se ha instalado la desconfianza. Puigdemont y Junqueras casi no se hablan. Incluso hay veces que el president no le coge el teléfono a su socio. Utiliza a la consellera Munté como enlace porque no desea verse con el número dos del Gobierno de Cataluña. Ambos se miran de reojo y se acusan de tibieza a la hora de preparar el referéndum, que aún no tiene fecha pero que se vislumbra para después del verano. Estamos en la primavera de 2017. La fiscalía ya está en guardia. Nada más publicarse en los diarios un anuncio para completar el censo de los catalanes residentes en el extranjero (en el que se insta a «decidir de forma directa sobre lo que pasa en nuestro país») ya se han activado todas las alarmas. El fiscal ve indicios de desobediencia y malversación en esa campaña. El aviso es claro. No se va a dejar pasar la más mínima actuación encaminada a la organización del referéndum.

En marzo, Santi Vila hace un intento de mediación con el Gobierno central. El conseller goza de buena relación con la presidenta del Congreso, Ana Pastor, así como con algunos ministros como Rafael Catalá o Íñigo Méndez de Vigo. Sin embargo, apenas conoce a la vicepresidenta. Así que decide pedir un encuentro a Sáenz de Santamaría y ponerle sobre la mesa una propuesta que antes comenta con Puigdemont y con Mas, quienes le dejan hacer. Vila plantea un acuerdo que incluya la reforma del Senado, garantías de que se respetará el modelo educativo y lingüístico catalán, el cambio del sistema de financiación y el resarcimiento en materia de inversiones en infraestructuras. A continuación, se pactaría un plazo para su ejecución, de cuatro o cinco años y, finalmente, se votaría el acuerdo solo en Cataluña. La vicepresidenta le escucha, pero le responde que, dado el grado de desafío al que se ha llegado por parte de las autoridades catalanas, es imposible plantear ahora algo así. «No se dan las condiciones de confianza», asegura. Vila vuelve a Barcelona y comenta el resultado de su gestión a Puigdemont y Mas, quienes le responden con un «¿lo ves?» en el que resumen su convencimiento de que el interés del Gobierno central por el diálogo es nulo.

No es el único intento de encauzar el conflicto por la vía de una negociación. El delegado del Gobierno, Enric Millo, exmilitante de Unió pasado a las filas del PP a quien Sáenz de Santamaría eligió dentro de su «operación diálogo» para que fuera sus ojos y sus oídos en Cataluña, también lo intenta. Puigdemont y Millo se conocen porque el ahora delegado fue dirigente del PP de Girona. Ambos negociaron un acuerdo cuando, al principio de su mandato como alcalde, Puigdemont necesitó el apoyo de los populares para aprobar los presupuestos. En la primavera de este 2017, ambos se encuentran dos veces en el Palau de Pedralbes, dos citas que se mantienen en secreto a petición del president. Sus

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