El islam no es lo que crees by Abdelmumin Aya

autor:Abdelmumin Aya
La lengua: spa
Format: epub
editor: Kairós
publicado: 1970-01-01T00:00:00+00:00

4. LA MÍSTICA

El Islâm de Mu hammad: una mística sin unión

4.1. EL “AMOR A ALLH” LLEGÓ AL ISLM POR INFLUENCIA CRISTIANA

Una simple retrospectiva a la Historia del Islâm prueba cómo la idea de amar a Allâh se extendió por el territorio de mayoría islámica a partir del contacto con los cristianos paulinos. Parece que fue Ha san al-Ba srî (en el siglo VIII ) el primero que dijo que el ser humano podía acercarse a Allâh con amor, 152 pero la idea no salió de ciertos círculos de eruditos. Habrá que esperar un siglo más hasta que dos locos de Allâh, uno en Bagdad y otro en Egipto, cantasen y contasen a todos su amor por Allâh: Râbbi‘a al-‘Adawiyya y Dzû -n-Nûn. Durante este mismo siglo IX fue también determinante, para el futuro éxito de la idea, la adhesión a ella de Sarî as-Saqa tî, maestro del célebre al-Ÿunaid (que se mantuvo, sin embargo, prudente en esta cuestión por la oposición abierta de teólogos ash‘aríes, juristas hanbalíes y filósofos mu‘taçilíes, de clara mayoría en la Bagdad de sus días). Otros eruditos de la Escuela de Bagdad trataron de continuar la doctrina del amor mutuo entre el ser humano y Allâh, como por ejemplo al-Mu hâsibî, Abû Shu‘aib al-Qallâl y Ma‘rûf al-Karjî. Sabemos que al-Qallâl fue condenado por los mutakallimûn (teólogos del Islâm) de su tiempo por decir que 'Allâh muestra amor a sus íntimos'. Durante el siglo X son acusados ante el Califa al-Muwaffaq los siguientes sufíes: an-Nûrî, Sumnûn y Abû Hamça al-Bagdâdî, si bien todos ellos fueron absueltos. Al-Huÿwîrî nos relata que, para poderlos absolver, el califa argumentó que había tenido “un sueño milagroso”. La acusación contra estos tres sufíes (que presentó Gulâm al-Jalîl) fue la siguiente: 'Es una bid‘a (“innovación sin fundamento”) hablar de amor mutuo entre Allâh y el ser humano. Nadie puede decir: “Yo amo a Allâh y Allâh me ama”'. Por último, en el mismo Bagdad del siglo X, al- Hallâÿ fue acusado de decir que amaba a Allâh, aunque ésta no fuera sino una más de las manifestaciones que provocaron el escándalo público y que lo llevaron a la muerte.

El estudio de la Historia del Islâm exige de los musulmanes conversos que defienden el amor a Allâh un acto serio de revisión del primer aprendizaje que tuvieron como musulmanes y de la puerta de entrada por la que accedieron a la comunidad de Mu hammad ( umma ). El dato contrastable es que antes del siglo VIII los musulmanes jamás hablaron –ni en público ni en privado– de aspirar a mantener ningún tipo de relación afectiva con Allâh. Durante el siglo VIII observamos una tímida aparición de defensores de esta pretensión. Sabemos también que ya en el siglo IX la idea en cuestión llega a tener un rotundo éxito en los ambientes sufíes de Badgad. Pero sólo en ellos. Mientras tanto, no dan crédito a sus oídos ni los musulmanes sencillos ni los eruditos que –posicionados contra la osadía de pretender amar a Allâh–

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