Born to run by Bruce Springsteen

Born to run by Bruce Springsteen

autor:Bruce Springsteen [Springsteen, Bruce]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Crónica, Memorias
editor: ePubLibre
publicado: 2016-06-30T16:00:00+00:00


TREINTA Y SEIS

VIVIENDO

CON LA

LEY

Quería volver al estudio con Jon como productor. Pero al no haberse cerrado el trato, Mike, claro está, se opuso. Punto muerto. Aquí llega el juez.

Perdimos la mayoría de nuestras primeras mociones. El poder de Mike, suscrito por los acuerdos, demostró ser muy efectivo a la hora de frenar en seco mi carrera. ¡Descubrí que «acuerdos» significa que estás «de acuerdo» en algo! No importa que los leyeras o no, que te los comieras para desayunar o empapelaras las paredes con ellos… ¡estabas DE ACUERDO! Y entonces llegaron los testimonios.

Los testimonios, o descubrimiento de indicios, son el procedimiento legal por el que ambas partes se reúnen en una habitación en presencia de un estenógrafo judicial, y donde los respectivos abogados se turnan para intentar enredar como espaguetis la historia del otro, buscando obtener las respuestas que tú (o tu oponente) necesitas para tu caso. No es agradable ni placentero. Resulta embarazoso, físicamente incómodo y un pequeño aviso de cómo tu culo va a ser fileteado una vez que subas al estrado y empieces a soltar tu rollo, sea verdadero o no. No olvidemos que se le llama sistema de «adversarios», y cualquiera al que se le haya tomado testimonio, sea por un gran fraude financiero o por saltarse un semáforo en rojo, te dirá que hace honor a su nombre. Hasta ese momento me había gastado ya más de mil dólares en un plan perdedor, y la cosa solo acababa de empezar. En mi primera reunión con mis nuevos abogados, Peter Parcher me regaló los oídos con las ventajas de mi caso: «Ningún juez ni jurado respetables de este país darán crédito a estos papeles esclavistas… avaricia… por Dios, joder, ¡pero si firmaste como empleado! Avaricia… avaricia… condiciones ridículas… escandaloso conflicto de interés…», bla, bla, bla. Lo había oído todo antes, pero aun así me sonó de maravilla. Tras unos cuarenta minutos, me sentía bastante bien y le pregunté muy excitado: «Demonios, entonces, señor Parcher, ¿qué clase de caso tiene Mike?». Y él respondió: «¿Mike?… Tiene un buen caso entre manos… ¡TU NOMBRE ESTÁ EN LOS PAPELES!». Oh.

Peter Parcher y su colega Peter Herbert determinaron que el mayor obstáculo para que Mike llegase a un acuerdo en el caso era que él no creía que nuestra relación hubiese terminado realmente. Mi tarea era convencerle de que sí había acabado, y eso implicaba ponerse a las malas. Previamente me habían tomado testimonio con mis antiguos abogados. Cuando el señor Parcher leyó las transcripciones, me dijo que aquello había sido un patético desastre. Todo ambivalencia, zonas grises, indecisión, equidad, pero ¡NADA DE PELEA! Peter me llevó aparte y me dijo: «Tú, amigo mío, no eres el juez. El juez es el juez. Tú no eres el jurado; el jurado es el jurado. Debes contar tu historia lo mejor que puedas, como él contará la suya. El juez y el jurado son los que decidirán quién tiene razón. Ese no es tu trabajo».

Siempre había tenido un problema con eso. Mi



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.