El caso del motorista sospechoso by Javier Fonseca G-Donas

autor:Javier Fonseca G-Donas [Javier Fonseca G-Donas]
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 0101-01-01T00:00:00+00:00

XI. Buscando ayuda

Cuando salíamos al recreo, Uan me recordó:

—Clara, remember to talk to your friends about Mission Pinchito’s.

—Thanks, socio. Con el lío del concurso de Onda Música se me había olvidado.

Mientras nos terminábamos el bizcocho de Mika, conté a la pandilla por encima el caso del Chati.

—¡Ostras! Esto es como una película —dijo Clau. Mika la miró emocionado.

—Yo creo que hablar con la policía es una buena idea… —propuso Susana.

—¿Os imagináis una entrevista con Tina? —preguntó Dani—.“Hoy, en Cara a cara, misterio y pasión: el testimonio exclusivo de la novia de un motorista atracador…”.

Como siempre, cada uno daba su opinión, y eso a nuestro caso no le servía de nada. Me puse en plan profesional e intervine para intentar centrar el debate.

—Os he contado todo esto para que me ayudéis a buscar la manera de confirmar estas sospechas antes de ir a la policía —dije muy seria.

—¡Yo sé cómo! —saltó Mika—. Podemos organizar un dispositivo de vigilancia y seguimiento.

—¡Sí! —dijo Dani.

Los chicos empezaron a emocionarse con la idea, como si estuviesen en una aventura de espías. Cuando Khalil estaba proponiendo que siguiésemos al Chati con una cámara y le hiciéramos fotos comprometedoras, Susana le cortó:

—Eso; y le pinchamos el teléfono. ¡Tú has visto muchas películas!

Pasamos el día discutiendo, y lo único que quedó claro al final era que necesitábamos más pruebas antes de ir a la policía. Me fui del cole bastante frustrada. El plan de pedir consejo a la pandilla había fracasado.

—Es una rabia que no podamos seguirle. ¡Esto no les pasa a las Pinky Girls!

—Clara, what we need is a confession…

—Sí, claro, mañana en el portal le preguntamos: “Chati, confiesa, ¿has atracado el Pinchito’s?”. O mejor: “¿Dónde tienes el dinero y los jamones?”.

Mi orgullo profesional de detective secreta me impedía reconocerlo, pero el caso se complicaba por cuestiones técnicas. Uan, que es un perro sin complejos, puso palabras a la idea gris que nublaba mi cabeza:

—Maybe this mission is not for us…

Podía admitir que nunca nos habíamos encontrado con un caso tan complicado. Pero rendirme… En el diccionario de una detective no existe esa palabra.

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