Balas de plata by Élmer Mendoza

Balas de plata by Élmer Mendoza

autor:Élmer Mendoza [Mendoza, Élmer]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Policial
editor: ePubLibre
publicado: 2008-01-01T05:00:00+00:00


Veinticuatro

Doce de la noche.

Mi poli, ¿es usted? ¿Quién más? Christina Aguilera, por ejemplo, que está a punto de tener un hijo mío. Ah. ¿Está borracho? Cómo crees, qué pasó. Hoy amanecí con un ataque de decencia, empeoré durante el día y en este momento no resisto más, quiero hacer un servicio a la sociedad. No me digas. No pregunte. ¿Llamaste a la Sociedad Protectora de Animales? Quise contarles pero me mandaron con usted, con el Zurdo Mendieta, el placa más prendido de la ciudad. ¿Quieres confesar? De verdad lo escucho muy atrabancado, mi poli, ¿le pasa algo? Nada y te estoy oyendo. A ver, haga un cuatro. Anda, suelta, ¿por qué llamas a esta hora? La noche que mataron al enemigo estaba cerca de su casa y tal vez haya oído un disparo y visto al que lo hizo, ¿me oyó? Continúa. Lo apantallé, no se haga, ¿por qué se emborrachó? Por un amor. Igual que yo, pero me aliviané y le aconsejo que haga lo mismo, quiere una línea o no es más que un poli romántico fiel a la mota. ¿Sabes que te puedo encerrar quince años por ocultar información y siete por drogadicto? ¿Sabe que mi padre me sacaría en siete minutos por cualquiera de las dos causas? ¿Quién es? La vieja Inés, investigue, mi poli, ¿por algo anda en el ajo, no?, ¿su morra también murió? Casi. Esto es vivir en el infierno, mi poli, a poco no, en mi perra vida me había sentido tan gacho, por eso quiero que haga su arresto y lo declaren el poli del mes y le den un cheque para que no le falte el perico y la cerveza y pueda sobrellevar su pena. Tú dirás. No se lo voy a decir por teléfono, puede que haya pájaros en el alambre, solo le adelantaré que el día que se hizo la machaca vi salir a la reina de su casa, serían las tres y media de la madrugada, me trepé a mi baika y ahí te voy, imaginaba adonde se dirigía, le hice plantón en la casa del enemigo pero nunca llegó, lo que vi le va a costar una lana, ¿le parece la mitad del cheque que va a recibir? Es justo. Usted dice dónde nos vemos, ah y que sea mañana, porque ahora estoy leyendo, ¿sabe qué me dejó de herencia, mi morra?, un libro. ¿Y crees que te quería esa mujer?; alguien que te pone a leer te odia desde lo más profundo de su ser. Calle boca, mi poli, calle boca. ¿Viste entrar o salir al asesino? Qué pasó, mi poli, no sea gandalla, mañana le voy a soltar la sopa, pero por la tarde porque en el día voy a estar ocupado ejerciendo mi decencia. No me digas. No pregunte, como dice usted. ¿Por qué no ahora? Porque es tiempo de otra cosa, más dulce y agradable. A las seis en el Miró. Que sea a las siete y en Las Ventanas, para que se mueran los feos.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.