Amanecer by Unknown

Amanecer by Unknown

autor:Unknown
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 2010-05-11T16:00:00+00:00


La primera caza

—¿Por la ventana? —inquirí mientras miraba hacia abajo desde una elevación de dos pisos.

Nunca me había asustado la altura, pero poder ver todos los detalles con tanta claridad hacía que la perspectiva fuera bastante menos atractiva. Los ángulos de las rocas que se extendían abajo tenían un aspecto más agudo de como me los había imaginado.

Edward sonrió.

—Es la salida más conveniente. Si tienes miedo, puedo llevarte.

—¿Tenemos toda la eternidad por delante y a ti te preocupa el tiempo que perderemos si salimos por la puerta de atrás?

Él frunció un poco el ceño.

—Renesmee y Jacob están en el piso de abajo…

—Oh.

Claro, ahora yo era el monstruo. Tenía que mantenerme lejos de los olores que podrían disparar mi lado salvaje, en especial, de la gente que amaba, incluyendo a aquellos que aún no conocía.

—¿Renesmee está… bien… con Jacob ahí abajo? —susurré. Me di cuenta algo tarde de que debía de ser el corazón de Jacob el que había escuchado allí abajo. Puse ahora toda mi atención, pero sólo se distinguía un pulso rápido—. No creo que ella le guste demasiado.

Los labios de Edward se tensaron de una manera extraña.

—Confía en mí, ella está completamente a salvo. Sé con detalle lo que Jacob está pensando.

—Claro —murmuré y miré de nuevo hacia el suelo.

—¿Estás agobiada?

—Un poco. No sé cómo…

Era muy consciente de toda la familia allí a mis espaldas, observando en silencio. O casi en silencio. Emmett ya había empezado a reírse entre dientes. Si cometía un solo error, se revolcaría por el suelo. Y entonces comenzarían los chistes sobre el único vampiro patoso del mundo…

Por otra parte, Alice se había aprovechado de mi inconsciencia, durante la quemazón, para ponerme aquel vestido: no era lo que una se habría puesto para saltar o cazar. ¿Una cosa de seda azul hielo ajustada al cuerpo? ¿Para qué pensaba ella que iba a necesitar esto? ¿Acaso había luego una fiesta de cóctel?

—Observa cómo lo hago —dijo Edward y entonces, sin esfuerzo aparente, dio un paso hacia delante desde la alta ventana abierta y saltó.

Atendí cuidadosamente, analizando el ángulo de sus rodillas al doblarse para absorber el impacto. El sonido de su aterrizaje fue muy bajo, un golpe sordo que podía haber sido igual que el de una puerta que se cierra despacio o un libro que se deja en una mesa con suavidad.

No parecía difícil.

Apreté los dientes mientras me concentraba e intenté copiar su paso casual hacia el vacío.

¡Ja! El suelo pareció moverse en mi dirección tan despacio que no tuve problema alguno en posicionar bien los pies. Y entonces me percaté… Pero ¿qué zapatos me había puesto Alice? ¿Cómo es posible que se le hubiera ocurrido elegir unos con tacón de aguja? A esta mujer se le había ido la cabeza. El único problema a la hora de contactar con el suelo fue colocar aquellos estúpidos zapatos de una forma tal que el aterrizaje no fuera diferente de lo que es avanzar un paso en una superficie plana.

Absorbí el impacto del golpe con los talones, porque no quería romper los finos tacones.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.