Vidas unidas by Olvido Macías

Vidas unidas by Olvido Macías

autor:Olvido Macías
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 978-84-16894-02-4
editor: LID Editorial
publicado: 2016-10-06T09:22:53+00:00


Pilar ha tocado muchos palos: filóloga, diputada de Esquerra Republicana, periodista, tertuliana, escritora, pero ninguno como la maternidad. Tres hijos, dos de ellos adoptados, dan para muchas horas, para dos libros y para toda la vida.

Ha sido madre tres veces —de Sira, Noé y Ada— y ha publicado dos libros en los que cuenta la experiencia adoptiva de sus dos hijos pequeños: Carta a mi hijo adoptado e Historia de Ada.

Pilar ya era madre de Sira, su hija biológica, cuando decidió adoptar. Era una idea que le rondaba desde hacía tiempo, desde que en África conociera a muchos niños huérfanos, niños que le hicieron ver que, si iba a ser madre de nuevo, no lo sería de otro hijo biológico.

Ella y su primer marido, Joan —Juanma para su familia, que es andaluza—, tramitaron los documentos para una adopción nacional. Tardaron tres años y medio en conseguir la asignación de su hijo Noé. En esos momentos, la pareja se estaba separando, pero Pilar decidió seguir en solitario y Joan permaneció un tiempo en el domicilio familiar por el bien del niño.

Recuerda que le entregaron a Noé cuando se estrenaba como diputada en 1993. El niño tenía 19 meses, el pelo muy rizadito y la mirada huidiza. Traía un historial de maltrato y desamor tremendo. Procedía de una familia desestructurada y con pocos recursos de Barcelona. Es un niño de pelo ondulado, 'muy marroquí, muy semita'. Pilar recuerda una frase que le dijo una psicóloga:

'Su hijo no viene vacío de equipaje a la vida que va a vivir con ustedes. Ya lleva una maleta con cuatro cosas. Y una de las pocas cosas que ya sabe que tiene es su nombre y, quizás, su nombre es lo único que tiene realmente seguro'.

Noé llegó a casa de Pilar con una mochila de maltrato. Temía ser besado y ante su primer baño lloró aterrado y se tiró al suelo: 'habíamos llenado el jacuzzi con patitos de goma, pero se horrorizó, se tiró al suelo, lloraba a moco tendido, no sabía qué hacer'. Su madre tuvo que esperar tres meses para que su hijo le diera el primer beso.

El primer beso 'fue gracias a una nana de Raimon que le ponía muchas noches y que dice así: “Que venga el sueño, pequeño ternerito”'. Ella lo arropaba antes de dormir y un día surgió el beso. Cuenta que no recuerda la primera vez que la besó su hija Sira 'porque le dio muchos desde que nació, pero el de Noé sí, porque costó que llegase'.

'El niño venía de pasar mucho miedo, reaccionaba mal a la presencia de adultos. Yo estaba preparada para la maternidad, pero no para un niño con mochila. Pataleaba por todo, si le quería abrazar, besar, desvestir. Tenía muy claro que el rechazo del niño lo vencería con amor, pero el que le obligaran ver a su padre fue mucho más duro'.

Ella incluso se sentía vulnerable. En España, cuando se adopta, te dan el hijo en preadopción y el juez puede decidir si hay contacto o no con los padres biológicos.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.