¿Quién es mi yo? by Ayya Khema

autor:Ayya Khema [Khema, Ayya]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Textos sagrados del budismo
ISBN: 978-84-9988-216-1
editor: Editorial Kairós
publicado: 2012-11-15T00:00:00+00:00

Las explicaciones de las absorciones sin forma son muy breves y podemos suponer que son así porque el Buddha se da cuenta de que Poṭṭhapāda todavía no está preparado para practicarlas, o bien que parte de la explicación se ha perdido.

Cuando, en el quinto jhāna, experimentamos el espacio infinito, todo lo que tenemos que hacer para pasar al siguiente jhāna es mover nuestra atención del espacio a la conciencia que lo experimenta. Solo la conciencia infinita puede experimentar el espacio infinito. Al salir del sexto jhāna, cuando nos preguntamos: '¿Qué he aprendido de esto?', nos damos cuenta de que no existe ninguna identidad personal, solo unidad. Cuando integramos esta comprensión en nuestro proceso de pensamiento, aparece la conciencia de la unidad. Ni en el espacio infinito ni en la conciencia infinita podemos hallar una persona separada que experimente la absorción meditativa. Si la encontramos es que ya no estamos concentrados en el infinito y ha regresado el observador. En el cuarto jhāna, el observador es mínimo, lo que es una gran ayuda para la energía mental y la claridad. En el quinto y el sexto, el observador es más obvio, por lo que cuando salimos de cualquiera de los dos, el observador sabe perfectamente que en la absorción no había nadie ni nada aparte del infinito, por lo que puede asimilar plenamente esta comprensión.

Con la experiencia de la conciencia infinita viene la comprensión que es equivalente a la conciencia universal. Una vez que tenemos esta comprensión, a modo de una experiencia real, ya no queremos ensuciar la conciencia universal con pensamientos, palabras o actos malsanos. Todos y cada uno de nosotros formamos parte de ella, y cuanto más se purifica nuestra conciencia, más fácil nos resulta acceder a la pureza de la conciencia universal. En ella se puede hallar todo. Cualquier cosa que pensemos, digamos o hagamos está contenida en ella y no desaparece. Esta es otra comprensión inherente a la experiencia de los jhānas.

El quinto y sexto jhāna se pueden comparar con la primera y la segunda absorción. Cuando tenemos una sensación de dicha, aparece la alegría. Entonces, todo lo que tenemos que hacer es pasar nuestra atención de la sensación a la emoción, que ya está presente y que solo requiere nuestra atención. En el quinto y sexto jhāna, sucede lo mismo, aunque a un nivel más sutil, puesto que las absorciones se vuelven cada vez más finas. Con la experiencia del espacio infinito, aparece la experiencia de la conciencia infinita de forma simultánea. Simplemente movemos nuestra atención del espacio mismo a la conciencia que es consciente de ello.

Sin embargo, podemos malinterpretar la conciencia infinita. Esto es lo que sucedió en la tradición hindú, donde a menudo se ha enseñado como la cumbre de la plenitud espiritual. Esta experiencia da lugar a una comprensión totalmente auténtica, que es: 'Yo soy eso', en sánscrito tat tvam asi, que describe la conciencia de la unidad. El Maestro Eckhart, el místico medieval cristiano, lo expresó de forma ligeramente distinta cuando dijo: 'Dios y yo somos el mismo'.

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