Pureza by Garth Greenwell

Pureza by Garth Greenwell

autor:Garth Greenwell [Greenwell, Garth]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Otros
editor: ePubLibre
publicado: 2021-05-01T00:00:00+00:00


UNA DESPEDIDA

Hubo un momento, mientras el pequeño taxi destartalado tomaba otra curva cerrada a mucha velocidad, en el que de pronto a la izquierda pudimos ver a la vez las tres colinas de Veliko Tarnovo, las casas del casco antiguo aferradas a las terrazas del terreno, el río Yanka que serpenteaba a sus pies. Había visto la ciudad precisamente así en mi visita de un año antes, y ahora R., que iba sentado en la parte de atrás junto a mí, respiró hondo maravillado ante ella. Sus dedos buscaron los míos al tiempo que yo le tendía la mano por el asiento, y seguimos mirándola con las manos entrelazadas, por debajo de la vista del conductor, liberados del peso de la incertidumbre o del pesar con el que habíamos cargado en el tren desde Gorna Oryahovitsa, una presión que casi parecía causada por los árboles que atestaban las vías, las largas ramas rozando el vidrio empañado del vagón. Estábamos a mediados de agosto, casi al final del verano; R. se marcharía pronto. Había vuelto a Sofía en mayo, justo después de terminar la carrera en Lisboa, y nuestra idea era que se quedase, pese a que era un sacrificio para él cambiar su ciudad ebria de sol, con el río, las avenidas y los azulejos, por una ciudad que incluso en pleno verano conservaba su grisura, como un animal en cierto modo receloso de la estación, reticente a mudar su pelaje. Pero R. se dio cuenta enseguida de lo poco que había para él en Sofía, donde no tenía amigos ni parientes, y donde sin conocer el idioma no había prácticamente perspectivas de trabajo, y así lo que habíamos imaginado como el comienzo de la vida real se había convertido más bien en unas largas vacaciones que culminaban en esta escapada final juntos antes de que volviera a casa.

La carretera giró hacia la ciudad, siguiendo el río, y los dos bajamos la vista hasta el nivel del agua. Veníamos de Rousse, una ciudad tres horas al norte en la que por fin había visto el Danubio, el primer río que encontraba en Europa con dimensiones similares a aquellos junto a los que me había criado en América. La ciudad no tenía lo que podía decirse un paseo fluvial, tan solo una franja desolada de hierba que parecía una mancha que rezumara del edificio más grande de la población, un hotel de la era soviética que montaba guardia desde la orilla. El río iba lleno por las lluvias del verano, y contemplamos su peso enorme discurriendo en silencio, y también las golondrinas girando sobre nosotros en el cielo penumbroso; y luego el río pasó a ser algo que sentíamos más que verlo, en la oscuridad no se distinguía de los bosques de la orilla rumana. El Yantra no tenía nada de impresionante, un río estrecho y tan poco profundo en algunos tramos que parecía cubrir apenas su lecho; pero había algo de dramático en la forma serpenteante con que surcaba la



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.