No robarás by Blas Ruiz Grau

No robarás by Blas Ruiz Grau

autor:Blas Ruiz Grau [Ruiz Grau, Blas]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Intriga, Policial
editor: ePubLibre
publicado: 2020-02-06T00:00:00+00:00


27

Martes, 27 de septiembre de 2016. 11.17 horas. Madrid

Nicolás resopló por enésima vez. Tenía los nervios a flor de piel y la secretaria del director del Anatómico no contribuía a que consiguiera relajarse.

—Ya sé que me ha dicho que está ocupado, pero necesito hablar con él. Ya.

—Inspector, tengo órdenes tajantes por parte del doctor Salinas de que nada ni nadie les moleste. Se encuentran en una autopsia muy importante y no quieren ser interrumpidos. Se lo digo otra vez, como se lo he dicho en las dos anteriores llamadas.

—Dígales al menos que me llamen en cuanto tengan un segundo.

—Le vuelvo a repetir que ya se lo he dicho. Si no le han devuelto la llamada todavía es porque no han podido.

—¿Sabe al menos si la autopsia tiene que ver con el caso de la mujer que fue asesinada ayer?

—Creo que sí, tanto el doctor Herrero como el doctor Salinas apenas han descansado, me consta que han pasado la noche aquí. Así que tiene que entender que debe dejarlos un poco a su aire. Le prometo que les insistiré tan pronto como pueda, no puedo hacer nada más por usted ahora.

Nicolás cerró los ojos y trató de calmarse. Sabía que la mujer no tenía la culpa de nada, pero no podía controlar la creciente ira que sentía que revoloteaba en su interior.

—Está bien, que alguien me llame, por favor.

Colgó.

—¡Joder!

Golpeó la mesa con el puño cerrado. Desde el umbral de la puerta sintió que una voz le hablaba.

—¿Más problemas? —dijo Alfonso mientras lo miraba serio.

—Todo va muy lento, joder. Aquí parece que nadie está haciendo su trabajo.

—Se te está yendo la olla, tío. No me jodas con que nadie está trabajando, porque sabes que lo estamos dando todo. Incluso por encima de nuestras posibilidades, te diría.

—Ya lo sé… pero…

—Pero nada. ¿Tú has visto cómo se te ha ido la puta cabeza con Fonts? ¿Sabes que ha estado trabajando sin descanso en el maldito tema de los coches de alquiler? Coño, ha currado por tres y tú le hablas así. Además, te recuerdo que no eres su superior ni nada por el estilo… No sé qué coño te has creído. Me importa una mierda que estés al mando del caso, si te tengo que meter una hostia en toda la boca te la voy a meter, por cretino.

Nicolás levantó la cabeza y miró a su amigo. No podía replicar, sabía que no tenía argumentos para defenderse.

—Ya lo sé… —comentó al fin—. Hablaré con Fonts y le pediré disculpas, no sé qué me pasa.

—¿Quieres que te diga yo lo que te pasa?

Nicolás alzó los hombros.

—Te pasa que piensas que todo es una guerra entre tú y el chalado ese de los cojones. Que te olvidas de que somos un equipo. Te estás tomando demasiado en serio el asunto de la némesis. Me da igual si ese jodido loco lo piensa así, aquí trabajamos para detener sus pasos, pero con los medios de que disponemos. No somos superhéroes, Nicolás. No eres un superhéroe. Así que céntrate de una puta vez y deja esa frustración para otro momento.



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