Maravilloso desastre by Jamie McGuire

Maravilloso desastre by Jamie McGuire

autor:Jamie McGuire [McGuire, Jamie]
La lengua: spa
Format: epub, mobi
Tags: Novela, Erótico, Juvenil, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2012-08-14T04:00:00+00:00


12

HECHOS EL UNO PARA EL OTRO

Me metí una pastillita blanca en la boca y me la tragué con un gran vaso de agua. Estaba de pie en medio del dormitorio de Travis, en sujetador y bragas, preparándome para ponerme el pijama.

—¿Qué es eso? —preguntó Travis desde la cama.

—Eh…, mi píldora.

Frunció el ceño.

—¿Qué píldora?

—La píldora, Travis. Todavía tienes que volver a rellenar tu cajón y lo último que necesito es preocuparme de si me va a venir la regla o no.

—Ah.

—Uno de nosotros tiene que ser responsable —dije, enarcando una ceja.

—Santo cielo, qué sexi estás —dijo Travis, apoyando la cabeza en la mano—. La mujer más guapa de Eastern es mi novia. Menuda locura.

Puse los ojos en blanco e introduje la cabeza por el camisón de seda púrpura, justo antes de meterme en la cama a su lado. Me senté a horcajadas sobre su regazo y le besé el cuello; solté una risita tonta cuando dejó caer la cabeza contra el cabecero.

—¿Otra vez? Vas a acabar conmigo, Paloma.

—No puedes morirte —dije, mientras le cubría la cara de besos—. Tienes demasiado mal genio.

—¡No, no puedo morirme porque hay demasiados gilipollas peleándose a empujones por ocupar mi lugar! Podría vivir para siempre solo para fastidiarlos.

Solté una risita contra su boca y él me puso boca arriba. Deslizó el dedo bajo el delicado lazo púrpura que tenía sobre el hombro, y me lo bajó por el brazo, mientras me besaba la piel que dejaba libre tras él.

—¿Por qué yo, Trav?

Se inclinó hacia atrás, buscando mi mirada.

—¿A qué te refieres?

—Has estado con muchas mujeres y siempre te has negado a apuntar tan siquiera un número de teléfono…, ¿por qué yo?

—¿A qué viene esa pregunta? —dijo él, mientras me acariciaba la mejilla con el pulgar.

Me encogí de hombros.

—Solo tengo curiosidad.

—¿Y por qué yo? Tienes a la mitad de los hombres de Eastern esperando a que yo la fastidie contigo.

Arrugué la nariz.

—Eso no es verdad. No cambies de tema.

—Claro que es cierto. Si no hubiera estado persiguiéndote desde principios de curso, habrías tenido a más chicos siguiéndote por ahí, además de Parker Hayes. Él simplemente está demasiado pagado de sí mismo como para tenerme miedo.

—¡No haces más que esquivar mi pregunta! ¡Y muy mal, añadiría!

—¡Vale, vale! ¿Que por qué tú? —Una sonrisa se extendió en su cara, mientras se agachaba hasta que sus labios tocaron los míos—. Me sentí atraído hacia ti desde la noche de aquella primera pelea.

—¿Cómo? —dije con una expresión de duda.

—Sí. ¿Allí en medio, con esa chaqueta de punto manchada de sangre? Estabas absolutamente ridícula —dijo riéndose.

—Gracias.

Su sonrisa desapareció.

—Fue cuando levantaste la mirada hacia mí. Ese fue el momento preciso. Me miraste con los ojos abiertos de par en par, con inocencia…, sin fingimientos. No me miraste como si fuera Travis Maddox —dijo él, poniendo los ojos en blanco al oír sus propias palabras—. Me miraste como si fuera…, no sé…, una persona, supongo.

—Última hora, Trav. Eres una persona.

Me apartó el pelo de la cara.

—No, antes de que llegaras, Shepley era el único que me trataba con normalidad.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.