La Voz De Los Muertos by Julian Sanchez

autor:Julian Sanchez
La lengua: es
Format: mobi
publicado: 2011-07-31T22:00:00+00:00

Hazlo. Está allí.

¿Otra vez? ¿Está loco? Allí no hay nadie más, solo Fornells y él. ¡Nadie más! Pero la voz ha sido clara y rotunda. A duras penas logra mantener la compostura. No, no vale la pena pensar qué está ocurriendo. Habrá tiempo para eso. Ahora es el instinto de cazador el que aparece; no hay policía de raza que no lo posea y sea, a su vez, poseído por él.

—Adelante, Fornells. Mercedes Ruiz está allí. La encontraré. Cuenta con ello.

36

Son las ocho de la mañana. La batida está preparada: diez hombres y tres perros van a recorrer el terreno que ocupa tanto la masía de Masnou como los terrenos adyacentes. Los acompañan los inspectores Bárcena y Ossa, junto con el subinspector Marín. La cuadrícula sobre la que van a trabajar está desplegada en una mesa de obra situada en el exterior. El inspector Bárcena repasa las últimas instrucciones. Años atrás, participó en una batida similar, por eso David le ha cedido la dirección de este operativo. En el salón de la masía. Masach, acompañado con un par de compañeros abogados, espera.

Bárcena señala, con el mapa en la mano, el lugar por donde se desarrollará la primera parte del trabajo. David echa un vistazo a la quebrada orografía de buena parte del terreno hacia el que se extiende la propiedad. No será sencillo. La cordillera litoral nace casi desde la línea de costa; apenas a quinientos metros de las playas, ascienden las pendientes que dan acceso a la sierra. No es de gran altura, pero sí escarpada: esta es la zona en la que las lluvias repentinas generan torrenteras que bajan con fuerza hacia el mar; es típico oír la noticia de los vehículos arrastrados por el poder de las avenidas de agua hasta las mismas playas. Gran error. El hombre construye allí donde quiere, en lugar de hacerlo donde la naturaleza lo permite.

La masía está construida sobre la ladera y extiende su propiedad hacia arriba. Antiguamente se utilizaron estos terrenos para labores agrícolas en forma de terrazas que evitaran los desniveles. Ahora apenas mantiene un resto de los olivos que son trabajados por una cooperativa cercana; el resto del terreno es inculto, y buena parte, además, agreste. Solo la masía, restaurada con mimo, mantiene el esplendor de épocas pasadas. Explorar toda la propiedad les llevará el día entero.

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