La princesa perdida by R. Tosmar

autor:R. Tosmar
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Fantástico, Juvenil, Novela
publicado: 2019-06-14T22:00:00+00:00

CAPÍTULO 18

LA CORONACIÓN

Después de colocar las esposas anti magia a Distama, bajo la amenaza de que si oponía alguna clase de resistencia yo lo pagaría con mi vida, fuimos conducidas por aquellas oscuras mazmorras por una serie de pasillos y escaleras que conectaban con el exterior. Justo en el momento en que pusimos un pie fuera, un olor a flores silvestres inundó todo nuestro ser, la ciudad estaba engalanada con flores por todas sus calles. En esos momentos pudimos ver que nos encontrábamos en el exterior del edificio del Consejo de los Altos Elfos y que nos dirigíamos hacia el centro de la plaza de Galerai. La ciudad elfa estaba en completo silencio, comenzaba a amanecer en aquellos momentos, cuando todo el mundo aún dormía.

Justo en un extremo de la plaza se había montado una especie de tarima con escaleras, donde en lo más alto, se podía contemplar un trono dorado, al cual se accedía a través de una reluciente alfombra roja. Los elfos oscuros nos condujeron tras la tarima donde había otras escaleras, no tan elegantes, por las cuales nos hicieron subir. Una vez en lo alto de la tarima descubrimos que estábamos al lado del gran trono dorado, que así de más cerca, parecía que estuviese hecho completamente de oro. En aquel momento, descubrimos también a nuestro pesar, que ya no pudimos volver a mover las piernas, justo como había sucedido cuando Elegma había aparecido en la asamblea de Fonzacaín. Y precisamente fue en aquel momento cuando Elegma apareció en frente de nosotras, subió las escaleras y nos miró con una gran sonrisa en sus labios.

—Esplendido día, ¿nos os parece, queridas?

Nuestras miradas no dejaron lugar a dudas de donde podía meterse sus buenos días.

—No me miréis así, la gente está a punto de llegar y hoy va a ser un día memorable.

—No creo que la gente opine lo mismo cuando pueda vernos y escuche lo que les tengo que decir acerca de su nueva falsa reina —dije a Elegma con el mayor desprecio.

—Tienes toda la razón princesita, y eso sería un gran problema, lamentablemente nadie va a poder veros ni escucharos —en ese momento Elegma cambió su tono de voz—. Solo vais a poder retorceros de rabia viendo como soy coronada legítima reina de Reets y todos sus habitantes me aclamarán por ello.

Justo cuando iba a responder a aquel argumento, Elegma hizo un gesto con su mano y mi voz se negó a surgir de mi boca, justo igual que le estaba sucediendo a Distama en aquel mismo instante. Una sensación de impotencia inundó todo mi ser, y más se acrecentó cuando riadas de gentes comenzaron a inundar aquella plaza momentos después.

Las caras de todos aquellos seres que comenzaban a llenar aquella plaza, no daban la impresión de que estuvieran asistiendo a una gran fiesta. Elegma había hecho muy bien su trabajo coaccionando a cada una de las criaturas de aquel reino, obligándolas a asistir a su coronación para que unos vieran en otros la aprobación de todo el conjunto.

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