La mujer invisible by Helen Walmsley-Johnson

autor:Helen Walmsley-Johnson [Walmsley-Johnson, Helen]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Ciencias sociales
editor: ePubLibre
publicado: 2015-05-01T00:00:00+00:00

Pero no temas por ella, porque:

La señora Ellen Green, de cincuenta años, limpiadora, apareció de repente armada con su escoba y empezó a repartir escobazos a diestro y siniestro para ayudar a la señora Stott. La señora Green comentó: «Agarré a una chica del pelo y le di su merecido». También persiguió a dos jóvenes hasta la taquilla y logró apresar a uno de ellos hasta que llegó la policía.

Dos mujeres de mediana edad que pasaron por una experiencia horrible y salieron de ella maltrechas, pero victoriosas. Sin embargo, a la «avanzadísima» edad de cincuenta y tres años, la señora Stott era descrita como «menuda» y «con el pelo canoso», como si fuera una ancianita. ¿A cuántas mujeres actuales que tengan esa edad se las podría describir así?

El artículo no da ningún dato sobre la estatura de la señora Green, pero me imagino a Boudica[25] con un mandil y unos guantes de fregar.

Desde mi punto de vista, la historia de la señora Green y la señora Stott ejemplifica cómo ha cambiado la percepción que tenemos de las mujeres mayores de cincuenta años, tanto en lo relativo a su físico como a su carácter. Los artículos protagonizados por «abuelitas de armas tomar» que se enfrentan a un atracador se siguen publicando con bastante frecuencia, pero se centran en un prototipo de abuelita más tradicional (avejentada, algo pachucha y a bordo de una scooter para minusválidos), y no tanto en ese prototipo de abuelitas de mediana edad más desenvueltas, que a la postre es el más habitual. Por lo visto, las proezas cotidianas que llevan a cabo las mujeres de mediana edad en el mundo actual, que también es muy hostil, no despiertan interés, salvo cuando cometen alguna de esas estupideces que suelen relacionarse con una «crisis de la madurez».

Al año siguiente, en 1965 —el año que vio nacer el concepto de crisis de la madurez—, se estrenó en Londres la película Help! de los Beatles; la palabra «joder» se pronunció por primera vez en la televisión británica por cortesía del crítico teatral Kenneth Tynan; y sospecho que, en parte como respuesta a esto, Mary Whitehouse fundó la Asociación Nacional de Oyentes y Espectadores. Mary tenía cincuenta y cuatro años y, con sus sombreros y sus gafas de carey, encajaba perfectamente con la imagen que se tenía entonces, y ahora, de una mujer de mediana edad. Aparte de que tuviera unas ideas bastante puritanas (según los estándares actuales), eso explica por qué no la tomaban en serio y se burlaban de ella.

También en 1965, Mary Quant dio a conocer la minifalda en su tienda, Bazaar, en la King’s Road de Londres, y eso, desde mi punto de vista, marcó un punto de inflexión más determinante para la mujer de mediana edad que cualquier otro acontecimiento de la época.

Es fácil pasar por alto hasta qué punto la moda moldea nuestra forma de pensar, ya que parece algo efímero y trivial, pero no conviene olvidar que hasta mediados de la década de 1960 la mayoría de «los jóvenes» vestían igual que sus padres.

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