Jamás moriremos by Deepak Chopra M. D

Jamás moriremos by Deepak Chopra M. D

autor:Deepak Chopra M. D. [D., Deepak Chopra M.]
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9789707707696
editor: 2024
publicado: 2024-07-15T06:00:00+00:00


11 Guías y mensajeros

—¿He aprendido lo suficiente? —preguntó Savitri. Podía sentir que estaba comenzando a cambiar. Muchas cosas que alguna vez consideró reales eran ahora como fantasmas, mientras que las cosas más reales eran invisibles.

—Creo que sí —dijo Ramana—. Vete a casa.

—¿Vendrás conmigo?

Él negó con la cabeza mientras sonreía.

—No me gustaría asustar mortalmente a Yama.

Savitri sintió un vuelco en el corazón.

—Pero ¿cómo he de regresar? No sé dónde estoy.

—Eso es lo que tú crees —Ramana señaló hacia la parte más espesa del bosque; Savitri pudo ver un enjambre de luces que, de no ser porque apenas era la tarde, podrían haber sido luciérnagas. Ramana señaló ese punto con un gesto.

—Adelante —le dijo—. Yo sé que piensas que no estaré contigo, pero eso es sólo otro producto de tu imaginación —al notar su reticencia, Ramana inclinó la cabeza—. Todo será como será.

Savitri recordó que ésas habían sido exactamente las palabras que le había dicho Yama. Permaneció ahí por unos momentos hasta que la silueta de Ramana desapareció en el corazón del bosque. Entonces caminó hacia las luces centelleantes. Éstas se hicieron más grandes, y Savitri se dio cuenta de que estaba mirando un grupo de devas. (Un deva es lo mismo que un ángel, pero también puede ser un espíritu de la naturaleza.)

—¿Quiénes son ustedes? —preguntó—. ¿Son devas de los árboles?

En la India, los devas habitan en todos los niveles de la naturaleza para infundir vida. Sin embargo, en vez de responder, las luces se alejaron velozmente. Savitri sintió claramente que la temían. Con su voz más suave les pidió que regresaran. Una de las luces dijo:

—¿Por qué hemos de regresar si lo que quieres es matarnos? —la voz no provenía del exterior, sino del interior de la cabeza de Savitri. Estaba impactada.

—¿Matarles? Yo nunca haría eso. La luz respondió:

—Lo estás haciendo ahora mismo. Somos los devas que te han sido asignados y, sin embargo, mira qué débiles estamos —Savitri respondió:

—Dime cómo he hecho tal cosa, porque si alguna vez les he necesitado, es ahora —la luz dijo:

—Tú has estado colmada por una pena secreta. Sientes ansiedad con respecto a la muerte. No pensaste en nosotros y nunca nos llamaste. Ésa es la manera en que estás tratando de matarnos.

Savitri nunca había pensado así sobre los devas, ni sospechaba que necesitaran su atención. Sin embargo, la mención misma de la muerte la llenó de miedo, y cuando eso ocurrió las luces se hicieron más pequeñas y débiles. Savitri exclamó:

—¡Esperen! ¡No me permitan que les mate!

—No puedes hacerlo. Somos inmortales. El peligro no reside en que puedas lastimarnos en realidad, sino en que interrumpas nuestra conexión contigo. Necesitamos de tu amor y tu atención, y a cambio te ayudaremos.

—¿Cómo? —preguntó Savitri.

—Por medio de la inspiración. Nosotros portamos mensajes. Podemos dejar que nos veas, como ocurre ahora, y eso te ayudará a conocer tu lugar en el plan divino.

—¿Está previsto en el plan divino que Satyavan muera? —inquirió Savitri. Los devas habían comenzado a acercarse, pero ahora se dispersaron y alejaron de ella. Savitri recobró la compostura y tomó aliento, implorando tener esperanza y valor.



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