Inolvidable verano by Gabriel Ibáñez

Inolvidable verano by Gabriel Ibáñez

autor:Gabriel Ibáñez [Ibáñez, Gabriel]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ficción, Novela, Erótico
editor: ePubLibre
publicado: 2012-07-01T00:00:00+00:00


VIII

Me despertó el sonido de la recepción de un mensaje en el móvil al mismo tiempo que sonaba el timbre de la puerta. Abrí los ojos sin saber muy bien dónde me encontraba. El despertador marcaba la una y veinte del mediodía. Cogí el teléfono. El icono con el sobre parpadeaba en la pantalla. Pulsé las teclas para leerlo.

«T arepntiras x todo lo k no me as echo»

En los detalles del mensaje salía la identidad oculta y que había sido enviado a las 5 de la mañana. Intenté pensar con claridad pero las ideas se me agolpaban en la cabeza y no conseguía discernir nada. Lo único que pensé fue en qué manía tenía la gente de comerse las haches en los SMS, tantas patadas al diccionario no eran buenas. No le di más importancia y lo borré.

El timbre de la puerta volvió a sonar insistentemente. Me había olvidado de que también habían llamado. A duras penas conseguí ponerme en pie y acercarme a la puerta. Miré por la mirilla. Al otro lado un Bob con semblante grave se impacientaba esperando. Abrí y sin decirle nada me dirigí hacia al baño.

—¡No te vayas, no! —me gritó sujetándome por el brazo.

—Bob, ahora no. Estoy muerto y me estoy meando…

—¡Déjate de tonterías! ¡Pero mi niño! ¿Se puede saber en qué puñetas estabas pensando?

Me solté de malas maneras y entré en el lavabo. Me siguió. Levanté la tapa y descargué la vejiga sin importarme que Bob estuviera mirándome.

—¿Se puede saber qué haces? —Insistió.

—Mear. ¿No lo ves? —Gruñí.

—¡Me refiero a lo que has hecho esta noche!

—¿Esta noche?

Qué lejos me quedaba la noche, parecía otra vida, otro mundo. Me sacudí la polla y me subí el pantalón corto.

—¿A qué te refieres? No te entiendo. ¡Habla claro que no tengo la mente para adivinanzas!

—No me extraña. Es que estoy convencido que ibas borracho, si no no me lo explico…

—¿Puedes decir de una puta vez qué pasa o irte a tomar por culo a tu casa?

Nunca me ha gustado que me despierten y menos que intenten darme conversación o me vengan con tonterías cuando aún no tengo la mente totalmente despejada.

—Te vieron anoche en el Beach… Follando con un montón de tíos…

Me despejé de golpe y miré a Bob fijamente a los ojos aún sin entender qué tenía eso de grave si no fuera porque no le había dicho a nadie que iba a ese local y aún menos a él.

—No fueron un montón, sólo cinco, creo. A ver, espera. Primero el alemán del pedo, luego el pequeñajo moreno…

—¡Por favor! —me interrumpió—. ¡No me lo cuentes, no quiero saberlo!

—Entonces por qué preguntas. No entiendo nada, Bob.

—Vamos a ver —levantó las manos en actitud de calma y suspiró hondo—. Sé que hace muy poco que has descubierto que lo que te va son los tíos y que quieres recuperar el tiempo perdido, pero de eso a irte al Beach y ponerte a follar con cualquiera como una puta…

—Bueno, ¿qué tiene de malo? Tomé precauciones. No hice daño a nadie.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.