Fast games by Mag Maury

Fast games by Mag Maury

autor:Mag Maury
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
publicado: 2018-04-09T22:00:00+00:00


20. Cosquillas y almohadazos

En la madrugada, la calma se ve perturbada por unos gruñidos. Solo que aquí no hay animales… Los sonidos se van amplificando, sin dejar duda sobre su procedencia. No es posible mugir así, ¿qué le está haciendo? No sé si ella le está mordiendo los testículos o arañándolo salvajemente, pero Matt se rueda hacia un lado y se pega a mí.

– ¡Mierda, lo voy a matar!

Estallo de risa frente al despertar gruñón de Matt, consciente de que su castigo es el responsable de su mal humor matutino. Y soportar los gritos guturales de Sam solo agrava su caso. Río y le acaricio la cabeza.

– ¿Algún problema, Matt?

– Sí, y muy grande. No, enorme, un problema monstruoso…

Toma mi mano y la pone sobre su virilidad hinchada al máximo. Efectivamente, un monstruoso y maravilloso problema es encuentra erguido allí, en todo su esplendor…

– ¡Voy a explotar si no se callaaaaaaa!

Luego hunde la cabeza en la almohada y lanza un grito.

No puedo evitar reír francamente frente a su cara de desesperación. Matt se voltea súbitamente y se encuentra sobre mí, bloqueando mis caderas con sus muslos.

– ¿Te parece gracioso? ¿En serio? ¿Eso te hace reír? ¿Y qué tal esto?

Él comienza a hacerme cosquillas, con una sonrisa diabólica en los labios. Histérica, me retuerzo hacia todos los lados para escapar a su control, riendo a carcajadas y luchando. Finalmente, logro liberarme y salto de la cama con energía.

– No, no, detente, ya no puedo más, yo…

– ¡Yo también, ya no puedo más, ven aquí!

Entonces corre tras de mí por la habitación, yo salto sobre la cama, tomo un cojín y se lo lanzo. Muerto de risa, su instinto de predador aflora y me persigue. Una batalla de almohadas comienza. ¡Somos como dos niños pequeños! La guerra de plumas está declarada, todos los cojines a nuestro alrededor se convierten en proyectiles. De un salto, Matt logra bloquearme contra la pared, tirando de paso la lámpara del buró. Con una mano bajo cada nalga, me levanta, mi espalda golpea contra la pared, enredo mis piernas alrededor de sus caderas y me besa furiosamente.

– ¡Eres una hechicera!

Sonrío, le atrapo el labio entre mis dientes y lo mordisqueo delicadamente antes de acariciarlo con la punta de la lengua.

– ¡Eso es trampa! Tú…

– ¿Yo…?

– ¿Una semana? ¡No es humano! ¿Podemos negociar? Digamos… ¿hasta el miércoles?

Hago una mueca, teniendo cuidado de hacerlo enojar lo suficiente. Él comienza a deslizar su boca a lo largo de mi nuca arrastrando su lengua, empuñando uno de mis senos, cosquilleando el pezón, lo pellizca, lo acaricia, y me envía descargas eléctricas en todo el cuerpo.

– No, Matt, estás haciendo trampa. Tú… Ooooh… N…

– ¡Di que sí! ¡El miércoles! Di que sí…

Esta vez, ya no puedo más, entre su caricia y su tentadora erección en mi entrepierna, cedo y le respondo animadamente:

– ¡Sí, sí, el miércoles! ¡OK!

Él me suelta y me regresa al suelo suavemente, feliz por su victoria.

– ¿Vamos a comer?

***

Salimos de la habitación para llegar a la cocina, donde Aurélie y Sam están preparando ya el desayuno.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.