El poder catalán en su laberinto by Carles Castro

autor:Carles Castro [Castro, Carles]
La lengua: spa
Format: epub
editor: Ed Libros
publicado: 0101-01-01T00:00:00+00:00

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la erupción soberanista

El paréntesis del 2011 —con una Diada bastante convencional y el foco centrado en las elecciones generales de noviembre— ocultó el silencioso crecimiento del independentismo. Y, sin embargo, desde la protesta multitudinaria de julio del 2010 a raíz de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, se fue consolidando una creciente movilización de ese mundo. El propio arranque de las consultas soberanistas de ámbito local fue una señal inequívoca de que el universo independentista se había puesto en marcha. La primera de esas consultas se celebró en la localidad de Arenys de Munt (en la provincia de Barcelona). A iniciativa de la CUP, ese municipio del Maresme organizó la primera votación en septiembre del 2009, que fue seguida por más de 500 municipios durante el año y medio siguiente. La participación total estimada en esas consultas fue de alrededor del 20% del censo electoral. El fenómeno pudo considerarse anecdótico y ofrecer al mismo tiempo una pista sobre el techo electoral del independentismo. Pero que un 20% del electorado se movilizase para participar en unas consultas de carácter meramente simbólico tenía mucho de embrionario.

La erupción independentista se precipitó finalmente en la multitudinaria Diada del 2012. Y si alguien se sorprendió de la magnitud del estallido es que no había prestado la menor atención a la evolución de la opinión pública catalana. El clima político había cambiado, y mucho. No ya en los últimos 25 años (cuando el apoyo de los catalanes a la posibilidad de convertirse en un estado independiente había crecido en 30 puntos desde 1988: del 13% al 41%), sino en apenas 36 meses. Tanto los estudios del CIS como los del Centre d’Estudis d’Opinió de la Generalitat reflejaban esa aceleración soberanista. Sin duda, la accidentada gestación del Estatut del 2006 había movido al alza el apoyo a la independencia. Pero la sentencia del 2010 dejó una huella más profunda en la opinión pública catalana. Según el CEO, cinco años atrás (en el otoño del 2005) el respaldo a una Catalunya independiente había caído por debajo del 15%. Sin embargo, en julio del 2010 esa tasa de apoyo rozaba ya el 25%, y se encaramó al 35% en el verano del 2012 (al mismo tiempo que, por primera vez, la tasa de catalanes que apoyarían la independencia en un eventual referéndum superaba el 50%).

El problema es que el clima político también había cambiado en España. En 1977, la atmósfera de la transición democrática propició la presencia en la Diada de destacados dirigentes del centroderecha español en Catalunya e incluso de delegaciones de partidos estatales. La propia repercusión de aquella manifestación en el resto de España puede parecer insólita hoy. La prensa madrileña la saludó como un 'ejemplo político' de paz y orden y una expresión del 'sentido común'. Y algún periódico (como el oficialista Arriba) llegó a presentar la reivindicación autonómica catalana como un anticipo del 'proceso general por el que han de discurrir, para ser más españolas, las nacionalidades de España'. Treinta

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