Wonder. August y yo by R.J. Palacio

Wonder. August y yo by R.J. Palacio

autor:R.J. Palacio
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788416588169
editor: 2016


FaceChat

Durante el primer año después de mudarnos a Bridgeport, nuestros padres intentaron por todos los medios que Auggie y yo nos juntásemos como mínimo un par de veces al mes, ya fuese en nuestra casa o en la de Auggie. Me quedé a dormir un par de noches en casa de Auggie y Auggie intentó quedarse a dormir una noche en mi casa, aunque no salió bien. El trayecto en coche entre Bridgeport y North River Heights es bastante largo y, al final, acabamos quedando solo cada dos meses o así. Por aquel entonces empezamos a hablar mucho por FaceChat. Cuando estábamos en tercero, Auggie y yo hablábamos prácticamente a diario. Antes de la mudanza habíamos decidido dejarnos crecer unas trenzas de Padawan, así que era una buena manera de ir comprobando cuánto nos crecían. A veces ni siquiera hablábamos: nos limitábamos a dejar las pantallas abiertas mientras veíamos algo en la tele o hacíamos el mismo juego de construcción de Lego al mismo tiempo. A veces nos contábamos acertijos, como, por ejemplo: «¿Qué tiene un pie, pero ninguna pata?», o «¿Qué es lo que un pobre tiene, un rico necesita y tú te morirías si te lo comieses?». Podíamos pasarnos horas y horas con cosas de ese tipo.

En cuarto empezamos a chatear cada vez menos. No es que lo hiciésemos a propósito. Simplemente yo empecé a tener más cosas que hacer en el colegio. Además de tener más deberes, hacía un montón de actividades extraescolares. Fútbol un par de veces a la semana, clases de tenis, robótica en primavera. Nunca estaba disponible cuando Auggie me enviaba una petición para hablar por FaceChat, así que al final decidimos programar nuestras charlas los miércoles y los sábados justo antes de cenar.

Así la cosa fue bien, aunque al final acabó siendo solo los miércoles por la noche, porque los sábados yo tenía demasiadas cosas. Hacia el final de cuarto le conté a Auggie que me había cortado la trenza de Padawan. No dijo nada, pero creo que se ofendió.

Ese año Auggie también empezó a ir al colegio.

Me resultaba casi imposible imaginarme a Auggie en el colegio, o lo que supondría este para él. O sea, si ser el nuevo de la clase ya es bastante difícil de por sí, no quería ni imaginármelo si encima eres el nuevo y tienes la cara de Auggie… Era de locos. Por si fuera poco, no solo iba a ir a clase por primera vez, ¡iba a entrar en el instituto! ¡En su centro, los de quinto se pasean por los mismos pasillos que los de noveno! ¡Una locura total! Si una cosa hay que reconocerle a Auggie es su valor.

En septiembre solo hablé con Auggie por FaceChat unos días después de empezar el curso, pero me dio la impresión de que no quería hablar del tema. También me di cuenta de que se había cortado la trenza de Padawan, pero no le pregunté por qué. Supuse que lo había hecho por la misma razón que yo me había cortado la mía.



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