Un asedio de cielos rojos by Alex London

autor:Alex London [London, Alex]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Fantástico, Juvenil
editor: ePubLibre
publicado: 2019-01-01T00:00:00+00:00

19

Ryven y Üku habían propuesto cometer traición, abiertamente y sin reparos. Querían poder porque sentían que lo merecían y querían la ayuda de Kylee porque sabían que ella también quería poder. Una cosa era aprender cómo dominar la lengua hueca para ayudar al ejército y salvar su casa y otra cosa completamente distinta era usar ese saber para traicionar a sus gobernantes y conquistar el reino.

Y, sin embargo, no se negó.

De hecho, mientras observaba al joven noble elegantemente vestido, junto a la enorme águila con su curiosa mirada asesina y a la ruda Madre Búho con su actitud imperial, Kylee descubrió que le gustaba la idea de unirse a ellos, aunque no para gobernar. No tenía ningún deseo de administrar territorios y controlar impuestos. Solo quería acabar con todos aquellos que la habían pisoteado: los kyrgios y sus acólitos, los Tamir en Seis Aldeas y hasta sus vecinos, quienes no habían tenido ningún problema en hacerse los distraídos mientras, durante toda su vida, su padre descargaba su escarnio contra ella y su violencia contra su hermano.

Todos deberían sufrir, pensó. Todos deberían arrodillarse a tus pies y rogar tu perdón.

El águila fantasma aún estaba en su cabeza.

Ella quería vengarse de toda esa gente, pero no podía —no quería— simplemente abandonar a su hermano, sin importar esos dos pensamientos sobre lo que deseaba.

Si tomaba el poder allí, ¿cómo podría ayudar a su hermano en Seis Aldeas? El asedio kartami podía estar saqueando su hogar en ese momento. No podía perder tiempo tramando un golpe cuando tenía tanta distancia que recorrer.

—Sigues preocupada por Brysen, ¿no es cierto? —preguntó Ryven, percibiendo sus dudas. Ella asintió—. Estos kyrgios lo están usando, lo sabes. Están usando Seis Aldeas. ¿Por qué crees que han esperado tanto para enviar al ejército? Kyrgia Bardu quiere que el asedio distraiga y debilite a los kartamis antes de que el ejército participe. Birgund podría haber marchado con sus fuerzas hace días para interceptarlos, pero ha esperado. Planea dejar morir a los seisaldeanos para mantener a los guerreros-cometa ocupados. A estos kyrgios no les importa quién sufre. Están utilizando tu hogar, el hogar de tu hermano, como señuelo. Y has visto lo que le sucede a una paloma de señuelo cuando un halcón la atrapa…

—Entonces, con más razón debería quedarme con el ejército —repuso ella—. Para terminar con esta guerra.

—La guerra de ellos —dijo él con desprecio—. No tenemos nada que temer de los kartamis. Con el ejército fuera de estos muros, la guardia doméstica de Bardu no resistirá demasiado. Les aterras. ¿Sacrificarás todo el poder del mundo para salvar un pequeño lodazal en las laderas?

—Sigue siendo mi hogar. Mi hermano aún está allí.

—Creía que ya habíamos superado eso. —Ryven suspiró.

—Ella aún cree que debe cuidarlo. —Üku negó con la cabeza.

—Me necesita.

—Pero ¿y si no fuese así? —Ryven sostuvo en alto la carta y la desenrolló. Sobre el fino pergamino, Kylee pudo distinguir la letra descuidada de Brysen—. ¿Y si tiene sus propios planes? ¿Y si está atreviéndose a hacer grandes cosas

descargar

Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.