Perdido en la niebla by Aislin Leinfill

Perdido en la niebla by Aislin Leinfill

autor:Aislin Leinfill [Leinfill, Aislin]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: novelas juveniles, Young Adult Fiction, distopía, fantasía, hombres lobo, Gay, LGBTIQA+, Romance
ISBN: 9798428561661
Amazon: B09X4NVDM8
editor: Independently Published
publicado: 2022-04-03T22:00:00+00:00


CAPÍTULO 18

Cruzó la puerta antes de que pudiera cogerle, riendo sin parar mientras entraba en la sala. Zero alzó una ceja con diversión cuando lo vio cruzar.

—¿Cómo vamos por aquí? —preguntó carraspeando para tratar de disimular la risa.

—Un poco mejor, tu bebida funcionó —le aseguró Julian.

Sonrió satisfecho.

—Me alegra haber sido de ayuda.

—Hay infusiones que puedes tomar y no harán daño al bebé —le aseguró Zero.

—Os dejaré a solas —ofreció.

—Preferiría que te quedaras —le pidió Julian. Kayleen asintió con la cabeza.

—Por supuesto —aceptó sentándose en el sillón de al lado.

Observó con asombro cómo Zero lo reconocía, viendo su vientre plano que no mostraba ningún indicio de su estado.

—¿Alguien está al cuidado de tu embarazo? —preguntó Zero.

Julian negó con la cabeza.

—Acabo de enterarme —reconoció.

—¿Sabes los riesgos que entraña este tipo de embarazo? ¿Lo que significa para ti y el bebé?

Estaba claro que la idea de que no tuviera asistencia horrorizó al lobo.

Julian asintió con la cabeza despacio.

—¿Dónde está el padre? Es más seguro para los dos que esté contigo. Es bueno para fortalecer la unión que consiguió concebirlo.

Julian bajó la cabeza, pero no respondió.

—¿Por qué vais a Greenville en este estado? —preguntó Zero de nuevo.

—Basta —dijo mirando al médico—. No es asunto nuestro, su alfa nos pidió mantenerlo a salvo y ayudarlo a llegar a su destino. Respetemos su intimidad.

Zero parecía sorprendido, pero asintió.

—Mañana por la mañana te dejaré lo necesario para que no tengas malestar, creo que en Greenville Norte tienen a alguien como yo, cuidando de la manada. Si no supiera que hacer con tu estado, haz que el alfa nos llame, me encargaré de que te lleguen más.

—Gracias —murmuró Julian a pesar de que lo miraba a él.

Zero cerró su maletín y fue a la cocina, probablemente para hablar con Dragos.

—Gracias por intervenir —le dijo en cuanto el lobo desapareció.

—Son un poco bruscos a veces —respondió encogiéndose de hombros.

—Todos los lobos lo somos —contestó Julian más tranquilo.

Se sonrieron mutuamente por unos segundos.

—Vamos a comer o no dejarán nada.

La cena transcurrió de forma pacífica. Mike y Kayleen llevaron toda la conversación mientras Julian parecía satisfecho de seguir bebiendo la limonada y tomar sopa con grandes cantidades de pan. Era una combinación rara, pero parecía contento con ello.

—¿Ya les diste una habitación? —preguntó Dragos apoyando el brazo por detrás de su silla para hablarle al oído.

—No, no hubo tiempo. Me pareció más urgente tratar el malestar de Julian —dijo en voz baja girando la cabeza hacia él.

—Bien hecho. Ponlos en la misma habitación. La que está al lado de Kal tiene dos camas.

Asintió con la cabeza sin discutir sabiendo que no había forma de que Dragos consintiera que alguien embarazado pasara la noche solo con una amenaza sobre ellos.

—Sería mejor que hoy durmieras conmigo. No me gusta que haya tanta gente en la casa, muchos olores mezclados —argumentó.

Alzó una ceja con sorpresa.

—¿Crees que no reconozco una artimaña cuando la veo? —preguntó sin alzar la voz.

Dragos lo miró a los ojos, esbozando una lenta sonrisa.

—Vamos, solo estoy pensando en tu seguridad. ¿Qué



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.