Vacio: The insight of the broken soul (1) by Theo Jato

autor:Theo Jato [Jato, Theo]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Juvenil
publicado: 2018-09-05T22:00:00+00:00

CAPÍTULO 6: EL TEMA DE SER PADRE

Volvíamos de la boda de Mónica, la hermana de Stela. Particularmente había bebido demás por lo que en esta ocasión, me correspondía ser el copiloto del señor Dorian, padre de Stela; mientras que ella y su madre, dormían con descaro, en la parte trasera.

Me puedes juzgar, por lo enamorado que estaba de aquella mujer; sin embargo, lo cierto es que no había nada que me desagradara de ella y contrario a como pudiese pensarse, me entendía increíblemente con su familia; llevándose de lleno el primer lugar, el señor Dorian.

La distancia entre el lugar de la boda y la casa de los padres de Stela, era abismalmente tediosa; sin embargo, en el recorrido, nunca se nos terminaron los temas de conversación. Yo era un increíble admirador de las historias maritales y el señor Dorian, bueno, tenía la boca floja cuando se trataba de dejar en claro el casanova que era, y el fiel esposo en quien se convirtió.

Personalmente, odiaba pertenecer a un arquetipo y no hace falta mencionar, lo mucho que detestaba que se me determinase o comparase con alguien más; sin embargo, había un extraño comportamiento en los padres de Stela que al mismo tiempo, se veía reflejado en nosotros y que contradictoriamente, estaba encantado de poder “repetir”.

Aquella noche llegando a la casa, la madre de Stela se despidió de todos, pues sorpresivamente, no había tenido suficiente con el sueño de 4 horas, que duró la travesía; a lo que mi bella novia seguidamente, se encargó de imitar.

En cambio, el señor Dorian y yo, decidimos compartir un par de cervezas, mientras disponíamos unas partidas de baraja española. Comenzamos con cierto duelo amistoso; hasta que claro, se nos ocurrió la idea de apostar.

El padre de Stela era indiscutiblemente bueno, pero mi amplia estadía en bares, me permitió despojarle de su dinero, sin ninguna clase de problemas; cosa que por cierto, no le importaba en lo absoluto.

Luego de una larga tira de partidas, el señor Dorian me pidió que le esperara en el jardín de la parte trasera, pues había “algo” que me quería entregar. Con completo goce caminé a la intemperie y en brevedad de minutos, el padre de Stela, hizo lo mismo.

—Jahdai… Sé que no es necesario reafirmarte tu involucramiento con esta familia, pero hay algo que esta noche, he decidido obsequiarte.

—…

—Habrá que confesar que cuando te conocí, cuestioné la mentalidad de mi hija, por amar a un joven de 18 años; aunque bueno, le cautivaste desde los 16; sin embargo, lo cierto es que jamás sonrió o se iluminó igual, hasta el momento en que te conoció.

—…

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