queen by Alberto Ramos

autor:Alberto Ramos [Alberto Ramos]
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788467067941
editor: Espasa
publicado: 2022-10-16T00:00:00+00:00

23 de febrero, 2017

Esta tarde Sofie y yo hemos estado haciendo un poco de repostería. Bueno, en verdad ella lo hacía y yo la miraba. La gracia es que he sido yo quien ha sugerido el plan de hacer repostería, pero luego acabo siempre mirando.

No me gustan ni los dulces ni hacer repostería en sí, pero me gusta el ambiente, el calor que desprenden el horno y los ingredientes, el olor a dulce y, sobre todo, hablar con Sofie durante el proceso. No sé, es como una atmósfera muy agradable.

No solo me pasa con la repostería. También me encanta ir a pescar, pero sin pescar.

No me gusta matar a los animales.

Vale. Por poca que sea, como carne.

Así que supongo que seré un poco hipócrita.

Pero, no sé, igualmente no me siento bien haciéndoles daño. La cosa es que, como digo, no me gusta el propósito de la actividad en sí, sino su contexto. Me encanta ir en barca por el lago, y supongo que la palabra pescar es simplemente una excusa para hacer otra cosa que disfruto haciendo, al igual que me encanta pasar tiempo con Sofie pero no batir la masa esa asquerosa para hacer bizcochos.

Lo hablé el otro día con Amira y ella piensa que no tiene sentido, que si te gusta pescar, te gusta pescar. Y si no, no. Dice que no hay medias tintas. Pero para mí sí las hay. Yo creo que puedo hacer una cosa sin tener por qué hacer la otra. Dice que eso es porque yo siempre hago lo que me da la gana.

Creo que tiene razón.

Y, sinceramente, me alegro de que sea así.

Me da la sensación de que muchas personas no se ven capaces—quizá ni saben—que pueden elegir y acaban haciendo cosas que odian hacer, e incluso que van en contra de sus principios, con tal de conseguir otra cosa que sí que realmente quieren.

Creo que son ellos los que tienen que aprender a ir a pescar sin pescar. Y no yo el que tengo que hacerme pequeño y ver las cosas de manera más cerrada de como mis ojos están diseñados para ver.

Y quizá al oír esto, cualquiera podría pensar: “llámalo dar un paseo en barca y ya” pero no me refiero a contextos de paseos en barca o de conversaciones con amigos, evidentemente. No me montaría en una barca en un contexto diferente al explicado y lo llamaría pescar. Yo me refiero a las veces que surge la situación con la etiqueta o nombres específicos, ya sean “pesca”, “repostería” o lo que sea, y se nos presentan ya así, o incluso los buscamos nosotros, quizá porque estamos acostumbrados a que por narices esas actividades siempre estén arraigadas a esas etiquetas.

En fin, Sofie es diferente, ella me entiende.

El otro día la vi jugar en uno de sus partidos. Verla jugar es una de esas cosas que disfruto porque sé que ella está haciendo algo que la hace feliz, aunque, a la vez, a veces no me entero de la mitad de lo que pasa.

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