Los exploradores del siglo XIX by Julio Verne

autor:Julio Verne
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Historia
publicado: 1880-01-01T00:00:00+00:00

El comandante permaneció algunos días entre sus amigos, que le obsequiaron con representaciones dramáticas y el 6 de mayo tomó rumbo hacia el grupo de Legaspi, que había reconocido imperfectamente en su primer viaje. Después de levantar su plano trató de continuar la exploración de las Radak; pero el tiempo se lo impidió y tuvo que dirigirse al Kamschatka.

Desde el 7 de junio al 20 de junio, la tripulación gozo de un descanso que tanto necesitaba. Vuelta a hacerse a la mar, el 7 de agosto echó ancla en Nuevo Arkhangel en la costa de América.

Pero la fragata que la Predpriatie iba a relevar en este apostadero, no había llegado aún y tuvo que permanecer hasta el 1.º de marzo del año siguiente.

Kotzebue se aprovechó de este intervalo pará visitar el archipiélago de las Sándwich, y anclo delante de Waihou en diciembre de 1824.

La ensenada de Rona Ruru a Honolulú es la más segura del archipiélago; siempre está ocupada por numerosos bajeles y la isla de Waihou estaba en camino de llegar a ser la más importante del grupo, en vez de Haway, o Uwyhee. La población tenía ya un aspecto medio europeo; las casas de piedra habían reemplazado a las antiguas cabañas; las calles, regularmente trazadas, tenían tiendas, cafés, y vendedores de licores, bastante acreditados entre los marineros, balleneros y comerciantes en pieles; y una fortaleza defendida por cañones, manifestaba con claridad la rápida trasformación de los usos y costumbres de los indígenas.

Cincuenta años habían trascurrido desde el descubrimiento de las islas oceánicas y en todas partes habían ocurrido mudanzas tan rápidas como en las Sándwich.

«El comercio de pieles, dice Desborough Cooley, comercio que se hace en la costa noroeste de la América, ha producido una asombrosa revolución en las islas Sandwich, cuya situación ofrece un abrigo seguro a los bajeles empleados en este comercio. Los comerciantes tenían la costumbre de invernar, reparar y aprovisionar sus buques en estas islas y en llegando el estío, volvían a la costa de América a completar sus cargamentos. Los instrumentos de hierro, y sobre todo, los fusiles, eran solicitados por los isleños a cambio de las provisiones; y sin pensar en las consecuencias de su conducta, los traficantes interesados diéronse prisa a satisfacer los deseos de aquéllos. Las armas de fuego y las municiones, siendo el mejor medio de cambio, fueron llevadas con abundancia a las islas Sandwich. Los naturales se hicieron en breve temibles para sus huéspedes, se apoderaron de muchas embarcaciones menores y desplegaron una energía al principio feroz; pero que indicaba en ellos una inclinación muy fuerte hacia las mejoras sociales.

En esta época un hombre extraordinario, de esos que rara vez faltan, cuando se preparan notables acontecimientos, completo la revolución, iniciada por los europeos.

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