Los Effinger: Una saga berlinesa by Gabriele Tergit

Los Effinger: Una saga berlinesa by Gabriele Tergit

autor:Gabriele Tergit [Gabriele Tergit]
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788419089137
editor: Libros del Asteroide
publicado: 2022-05-04T00:00:00+00:00


—¿Queréis que tomemos un café en algún sitio? —preguntó Armin.

Entraron juntos a un pequeño café con bancos tapizados en terciopelo rojo, ante los que había mesas redondas de mármol con pie de hierro.

—Sí —dijo Erwin—, tenemos que intentar librarnos de lo burgués, de lo no heroico, como lo llama Runeken. De todos modos ya no somos burgueses. No tenemos más que el deseo de serlo. Me gustaría ser tan buen burgués como mi padre, como tío Paul, como mi abuelo, pero no puedo, ya no tengo sentido de la propiedad ni de la importancia de la fabricación de coches, y me parece, exactamente igual que a Runeken, que «la profundidad de la vida no se agota en las finalidades burguesas». Pero entonces ¿qué? Runeken reclama una vida heroica. ¿Qué es una vida heroica? ¿Y por qué esa renuncia a la felicidad?

—Ya —dijo Armin—. Thea va a ir a un internado en Sussex. Voy a verla. Tenemos que hablar claro de una vez. Creo que después de lo del tenis lo conseguiré. ¡Un asunto muy complicado! Sus padres ya no quieren permitir que juguemos juntos al tenis. Quieren que se case. Ahora ha aparecido un viejo repugnante, jurista y propietario de una fábrica, seguro que tiene más de treinta años, que es el que quieren sus padres. Thea no quiere, pero depende mucho de su familia, y su madre dice que una boda por amor es una insensatez. ¿Acaso alguno de nosotros va a conseguir a la chica que ama? Nunca, naturalmente que no. ¿Por qué iba a hacerlo? ¿Acaso el mundo está ahí para decir que sí? Absurdo. Mira el hermoso absurdo de que me vaya a Oxford. Papá quiere convertirme en un representante, no lo conseguirá. No seré ni campeón de tenis ni de remo. Pero sería igual de absurdo ir a Múnich. Bien, habría escuchado a Brentano, pero para qué. ¿Tal vez los mares del Sur? Pero no tengo tanto dinero como para permitirme la auténtica soledad. Hay que tener dinero para poder privarse de él. Bonito aforismo, ¿no?

—¡No te falta más que la orquídea en el ojal!

—Mañana por la tarde haremos una despedida en casa. La contrafigura de la nostalgia de los mares del Sur. Conmovedor, ¿verdad? El pez y los peces, el pavo y los pavos. Ya no puedo seguir con esto. Este aburrimiento, estas eternas hors d’oeuvres, este mercado matrimonial, espantoso, especialmente cuando por nuestra parte no puede haber asesor conyugal. Anteayer estuve en el norte, allí huelo personas y huelo lo humano, pero ¿formo parte de ello? No, tanto aquí como allí soy un extraño. ¿Socialismo o mares del Sur? ¿Ética o estética? ¿Huida del mundo o lucha? El objetivo final del socialismo es la pequeña burguesía. Pero el ideal de una casita en un bosque no es ningún ideal.

—He leído un libro emocionante, una encuesta entre varios miles de obreros. Esas respuestas sencillas me dan más idea de lo que pasa que cien conferencias de gentes que hablan de la cuestión obrera. En



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