La suprema identidad by Alan Watts

La suprema identidad by Alan Watts

autor:Alan Watts [Watts, Alan]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Espiritualidad
editor: ePubLibre
publicado: 1950-01-01T00:00:00+00:00


III

El horror que experimentamos frente al mal, aun cuando sea sólo relativo, hace que la mentalidad religiosa retroceda ante la idea de que pueda deberse a la voluntad de Dios. Pero las consecuencias necesarias de la teoría de que el mal se origina en la voluntad libre de un ángel o del hombre son, literalmente, de horror infinito, o más exactamente, eterno. Representarse un Dios que puede permitir un orden del Universo que implica hasta la posibilidad del infierno eterno es con seguridad más profundamente inmoral que la idea de un Dios que puede causar el mal relativo. Nada es más inmoral que un moralismo absoluto.

Por el contrario, si el mal es relativo, y sí la conciencia que lo experimenta es una encarnación del ser eterno, es posible construir una teoría del universo finito que realmente tenga sentido. Si se puede sostener tal teoría, ningún pecado, ninguna agonía en toda la historia del universo ha de carecer de su significado eterno y positivo. Aunque todavía tenemos que considerar los efectos de esta concepción en el impulso moral, una teoría del universo como la que pensamos estaría más de acuerdo con el sentido moral que las «soluciones» de la voluntad libre o del alfarero y la arcilla.

En el capítulo anterior sugerimos que el universo finito es, en la conciencia del infinito, las manifestaciones instantáneas, simultáneas y sin esfuerzo, de su propia «imagen». Considerado como lo que lo abarca todo, como fundamento y causa del sujeto y del objeto y de toda relación, el infinito encuentra su más perfecta analogía finita en el amor. Ahora bien, el amor implica dos elementos o movimientos: un movimiento de separación y un movimiento de unión, un elemento de frustración y un elemento de satisfacción. Si el amor ha de manifestarse de alguna manera, es decir, si ha de haber alguna expresión finita del amor, es imposible que el amante y el amado sean idénticos en el sentido de ser simplemente uno. Si yo soy mi amado, no tengo a quién amar. Para amar tiene que haber unión con el amado, pero también separación. Pues el amor es una tensión creadora; es como la cuerda de un instrumento musical, pero pulsada en diferentes direcciones. Si hay muy poca tensión, o si la hay tanta que la cuerda se rompe, no dará más sonidos. La perfección del amor es como la afinación perfecta de la cuerda, pues el amor alcanza su cumplimiento cuando existe la unión más estrecha entre dos seres que permanecen definidamente separados. Unidad en la dualidad es la ley de lo finito.

En principio el infinito es unidad, pero la unidad finita no puede manifestarse sin la dualidad. En principio el infinito es vida y ser, pero la vida y el ser finitos no pueden manifestarse sin la muerte y el no-ser. En principio el infinito es conciencia, pero la conciencia finita no puede manifestarse sin la inconsciencia. En principio el infinito es luz y bondad, pero la luz y la bondad finitas no pueden manifestarse sin la oscuridad y el mal.



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