Historia de la Edad Media by Jacques Heers

autor:Jacques Heers [Heers, Jacques]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Referencia, Historia
editor: ePubLibre
publicado: 1968-10-14T16:00:00+00:00

Formas de asentamiento

La colonización alemana, obra colectiva según hemos visto, imprimió rasgos bien distintivos al paisaje agrario del país, tratándose muchas veces de peculiaridades originales: hábitats y terruños regulares, perfectamente organizados. Al igual que en todas las civilizaciones rurales del norte de Europa, las ciudades nacidas de las roturaciones no concentraron más que a un número limitado de familias; eran entre 12 y 15 hüfen los que formaban las ciudades de Mecklemburgo y Brandeburgo occidental, de 30 a 60 hüfen en las de Brandeburgo central y de 50 a 60 hüfen en las de los caballeros teutónicos de Silesia. Sin embargo, la concentración que supuso este tipo de poblamiento se oponía a los caseríos de los antiguos habitantes de Renania o del Sarre. De todas maneras, su trazado variaba mucho de unas ciudades a otras, y los historiadores alemanes de fines del siglo pasado intentaron establecer una relación entre las distintas formas arquitectónicas y las diferentes etnias presentes en la zona; por ejemplo, interpretaban la ciudad circular (Rundling) como una herencia eslava. Hoy por hoy, esta interpretación ha sido completamente desestimada. Existían también Rundling, aldeas construidas en los llanos de los bosques, en Inglaterra. En este último país, las casas se construían en torno a una plaza circular, cubierta de hierba, principal zona de pasto para los animales; las casas se orientaban hacia este interior, dirigiendo hacia el bosque su fachada posterior a fin de que sus muros exteriores, contiguos y sin ventanas de ningún tipo, configuraran una sólida defensa contra las fieras salvajes. Un tipo intermedio de construcción era el Angerdorf, en el que las casas se alineaban, de forma compacta, a lo largo de una calle que, en el centro de la aldea, se ensanchaba para formar una plaza. Por último, el Haudendorf era mucho más irregular (aldeas formadas a base de un simple amontonamiento de casas). Todas estas ciudades y aldeas correspondían a terruños agrarios divididos en grandes bloques compactos: Gewanne (añojales); pero cada bloque se subdividía en un gran número de parcelas estrechas y alargadas, a modo de franjas; de ahí la gran dispersión de tenencias campesinas, cada una de las cuales reunía varias parcelas, todas ellas de pequeñas dimensiones.

Por el contrario, el Waldhüfendorf y el Marschhüfendorf presentan una composición totalmente distinta. En ellos, las casas bordean una calle que por su longitud (dos o tres kilómetros) puede considerarse un camino; estaban separadas unas de otras por huertos y vergeles, vallándose cada una de las propiedades; las tenencias consistían en un campo de forma alargada, situado detrás de la casa y perpendicular al camino. De esta manera se consiguió una mayor concentración de las propiedades campesinas. Esta ordenación territorial tan característica señala el progreso de la colonización alemana hacia el este: Marshhüfendorfen a lo largo del Netze y del Vístula, Waldhüfendorfen en la extensa zona ocupada por las estribaciones septentrionales de los macizos montañosos: Thüringerwald, Erzgebirge, Sudetes y Cárpatos.

La colonización alemana engendró estructuras sociales muy particulares. Es difícil hablar en este caso de régimen «feudal» e incluso de grandes propiedades territoriales.

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