Amor predeterminado by Radclyffe

autor:Radclyffe
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Erótico, Novela
publicado: 2004-07-03T22:00:00+00:00

Capítulo 16

—¿LINDA, puedes ponerle al paciente de la siete una vacuna antitetánica? Yo voy a llamar al laboratorio por los resultados de la química sanguínea y el perfil de coagulación—

—Por supuesto.— Linda apoyó ambos antebrazos en el mostrador y estudió a Honor, que estaba sentada escribiendo notas en un gráfico. Honor había estado extrañamente callada toda la mañana y casi parecía como si ella estuviera evitando a todos, en especial a Linda. —¿Ocurre algo?—

—Mordida de una araña reclusa parda.—

Linda tragó una réplica. —Además del hecho de que tienes a alguien con una picadura de araña.—

—No,— dijo Honor secamente, manteniendo su atención centrada en el informe de alta para el estudiante universitario que había decidido que sería divertido dormir en el parque con sus amigos la noche anterior. Ahora todo lo que tenía que mostrar por su aventura era una resaca y un área de inflamación del tamaño de una huella de la palma en el muslo. Con un poco de suerte, la picadura de la araña sanaría sin daño tisular permanente.

—¿Dónde está Quinn hoy?— Linda persistió. —¿No está programada para trabajar este turno?—

Honor levantó la vista, sus ojos destellando con fastidio. —¿Hay alguna razón por la que crees que debo saber dónde está?—

—Uh… ¿quizás porque eres la jefa de Urgencias, y te inventas los horarios?—

—Ella va a estar fuera por unos pocos días.— Honor cerró la carta de doble pliegue de metal y la dejó caer en un estante cercano marcada completada. —¿Quién es el siguiente?—

Linda alzó una ceja y no dijo nada.

—¿Qué?— Honor dijo con exasperación, incapaz de ignorar la mirada apreciativa de su amiga.

Silencio.

—En caso de que no lo hayas notado,— Honor señaló en un tono exagerado de falsa paciencia, —estamos hasta el tope de pacientes por aquí. Así que tal vez pudiéramos concentrarnos en el negocio por un tiempo, ¿de acuerdo?—

—Oh, por supuesto. Y si tuviéramos un cirujano para que nos ayude, podemos conseguir probablemente que al chico de la diez con la laceración en la barbilla se atienda y tal vez incluso la pequeña viejecita de la doce que se cayó y muy probablemente se rompió la cadera.—

Honor apretó los dientes y mentalmente contó hasta diez. —Voy a ver la posible fractura de cadera en estos momentos. Haz que el residente principal cuide de la laceración.—

—Sí, Dra. Blake—, dijo Linda dulcemente.

—Gracias.— Honor sacó la carta de la doce del archivo y se alejó.

Había dormido mal, despertado cansada, y ahora estaba agitada y fuera de sí. Tan pronto como ella había logrado conseguir a alguien para contestar el teléfono en las oficinas administrativas, había establecido una cita para ver al abogado de negligencia hospitalaria. Por supuesto, la primera abertura que podía conseguir era la mañana siguiente. Lo que significaba que la primera que podía tener la esperanza de tener una respuesta para Quinn sería la tarde del día siguiente.

Dos días. Dos días no es mucho tiempo. Prácticamente nada.

A pesar de que Quinn sólo había estado trabajando en la sala de urgencias un corto tiempo, Honor no pudo evitar sentir como si algo importante faltaba después de sólo unas pocas horas sin ella.

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