Los Papas by John Julius Norwich

Los Papas by John Julius Norwich

autor:John Julius Norwich [Norwich, John Julius]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Crónica, Historia
editor: ePubLibre
publicado: 2011-12-15T00:00:00+00:00


En 1452, Federico III de Habsburgo[86] cruzó los Alpes con un séquito de más de 2.000 personas, para recibir de manos del Papa la corona del Sacro Imperio romano. La coronación debía combinarse con el nuevo matrimonio del emperador con Donna Leonora, hija del rey de Portugal. En cada una de las ciudades italianas por las que Federico pasó, fue alentado calurosamente y agasajado con multitud de regalos. En Ferrara no lo recibió sólo el marqués Borso d’Este, sino también Galeazzo María Sforza, el hijo mayor del usurpador duque de Milán y se vio obligado a escuchar un discurso de bienvenida «tan largo como dos capítulos del Evangelio de San Juan», que pronunció el hermano de ocho años de Galeazzo María. En Bolonia y Florencia las ceremonias fueron aún más elaboradas y en Siena se encontró con su novia por primera vez. Ambos viajaron juntos hasta Roma y entraron en la ciudad el 9 de marzo. El día 16, el papa Nicolás ofició la ceremonia de matrimonio en San Pedro, tras la cual coronó a Federico con la corona de hierro de Lombardía. La coronación imperial se produjo tres días más tarde y fue seguida por la de la joven emperatriz, con una corona elaborada especialmente para ella. Una vez finalizado el servicio, el emperador tuvo la gentileza de conducir el caballo del Papa hasta la entrada de la basílica y le sostuvo el estribo mientras montaba. Las celebraciones finalizaron con un banquete ceremonial en el Palacio de Letrán.

Esa ceremonia —la última coronación imperial que se celebraría en Roma— marcó el apogeo del Pontificado de Nicolás. Sin embargo, muy pronto llegó el desastre: el martes, 29 de mayo de 1453, tras un asedio de cincuenta y cinco días, el ejército del sultán otomano, Mehmet II, echó abajo los muros de Constantinopla y puso fin al Imperio cristiano de Oriente. La noticia se recibió con horror en toda Europa occidental. El Imperio bizantino había persistido durante 1.123 años. Aunque nunca se recuperó de la Cuarta Cruzada de hacía dos siglos y medio, seguía siendo el bastión en Oriente del cristianismo. Mientras los refugiados se dispersaban hacia Occidente desde la ciudad conquistada, difundían con todo detalle la épica historia de su heroica defensa. Sin embargo, Europa occidental, a pesar de su honda y sincera consternación, no cambió en lo esencial. De hecho, los dos Estados más directamente afectados, Venecia y Génova, no perdieron el tiempo en felicitar al sultán y alcanzar los mejores acuerdos que pudieron con el nuevo régimen.

En Roma, el papa Nicolás no mostró nada del cinismo y el egoísmo de las repúblicas mercantiles. Hizo todo lo posible por animar a Occidente a organizar una Cruzada, una causa apoyada con entusiasmo por los dos cardenales griegos, Besarión e Isidoro, que permanecieron en Italia tras el Concilio de Florencia y abrazaron el catolicismo, así como por el legado papal en Alemania, Eneas Silvio Piccolomini, el futuro papa Pío II. Sin embargo, fue en vano. Dos o tres siglos antes, el fervor



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.