Discursos XII-XXXV by Dión de Prusa

Discursos XII-XXXV by Dión de Prusa

autor:Dión de Prusa [de Prusa, Dión]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Filosofía
editor: ePubLibre
publicado: 0090-01-01T00:00:00+00:00


Con ello quedó claro que la respuesta oracular no se dio tanto por los desterrados como por Teágenes, y que lo que pasó no sucedió por ninguna otra razón.

98 Y que nadie replique con aquello: «¿Y qué? ¿Es que nosotros destruimos nuestras estatuas o las tiramos?». Bueno, pero deshonráis a quienes se les ofrecieron, y se las quitáis a sus legítimos dueños, como también entonces pensó el dios, ya que no era lógico que se preocupara por un trozo de bronce. No creáis, pues, que cuando fue afrentado el hombre de Tasos, la divinidad se indignó de ese modo, pero que de los que han sido honrados en vuestra patria no hay nadie que sea amado de los dioses ni héroe.

99 Además, tampoco se puede asegurar que esto no lo podrían hacer otros por razones de enemistad, o sea, en el caso de que alguno de vuestros magistrados sienta odio contra cualquiera de los que le precedieron. Pues lo de Teágenes, como habéis oído, ocurrió por motivos de envidia y celotipia en el campo de la política. Y aunque ahora digan que lo hacen solamente con las estatuas antiguas, ocurrirá al pasar el tiempo lo que ocurre siempre con todas las costumbres frívolas, que también ésta se irá haciendo cada vez peor. Aparte de que ni siquiera se podría presentar una acusación contra el magistrado, al estar todos los asuntos en sus manos.

—¡Por Zeus!, que se lo impedirán los parientes —se dirá—.

Pero si resulta que están ausentes o no saben nada, ¿qué vamos a hacer cuando se enteren? ¿Acaso habrá que borrar otra vez el nombre que alguien grabó a toda prisa?

100 Siendo, pues, totalmente absurda esta conducta, más aún, impía, sería menos terrible si no ocurriera bajo el pretexto que algunos aducen de que así están defendiendo a la ciudad. Pues todos creen que hacer algo vergonzoso por dinero es más vergonzoso que hacerlo por cualquier otra causa. Así pues, cuando algunos ponen como pretexto el gasto realizado y el hecho de hay que seguir gastando si queréis hacer otras estatuas, y consideran justo desdeñar el asunto, es evidente que causa una infamia mayor por cuanto los demás van a pensar que obráis injustamente por dinero; y eso que sois ricos como ningún otro entre los griegos[31].

101 Y ¿por qué, sin embargo, en el tiempo de vuestros antepasados no sucedía nada parecido, a pesar de que ellos no tenían más de lo que vosotros tenéis, pues sabéis que nadie ignora que vuestra isla no se ha empobrecido, que sacáis provecho de Caria, poseéis una parte de Licia y ciudades sometidas a tributo, y que muchas gentes entregan a vuestro pueblo riquezas siempre mayores, sin que ninguno de sus anteriores dueños os lo impida?

102 Además, tampoco podréis decir que gastáis más que los hombres de aquel tiempo. Pues entonces se gastaba en todas las cosas en que ahora se gasta: en festivales, procesiones, servicios religiosos, para fortificaciones, para los jurados, para el consejo; pero ahora no existen los gastos más importantes de la Antigüedad.



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