Caza voluptuosa by Rafael F. Martinez
autor:Rafael F. Martinez
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Erótico, Relato
publicado: 2015-06-19T22:00:00+00:00
Llegó el sábado. Los estudiantes se despertaron más o menos todos a la vez y se dispusieron a volver a atizar el fuego para calentar en él el desayuno. HabÃa un estado de ánimo extraño, casi amenazante. En el aire vibraban deseos ocultos, como si todos supieran lo que les deparaba el dÃa. Después de que se hubieran echado dos cervezas al cuerpo, Luis echó un vistazo a su alrededor.
â¿DeberÃamos jugar antes una ronda a la botella para entrar en calor? âles preguntó.
âNo digas tonterÃas. ¿Aún no estás de humor? âle contestó Tinaâ. Yo llevo con «picores» toda la mañana. Vamos a empezar ya con el juego âdijo ella, decidida.
â¿Estáis todos listos? âpreguntó Carlos con picardÃa.
Un «ok» general salió del grupo. A todos les latÃa el corazón a cien a la espera de lo que les depararÃa el salvaje juego de caza que habÃan acordado lllevar a cabo durante la noche anterior.
âPues entonces, venga, desnudaos. Ha llegado la hora de la «carne fresca» âbromeó Carlos mientras era el primero en quitarse la camisetaâ. De ropa solo está permitido llevar zapatos y calcetines para que nadie se clave una espina o se tropiece por andar descalzo. Aparte de eso el modo «selva virgen» es el acordado âse rió.
âA mà todo esto me suena un poco raro âdijo Natalia en voz baja, cuando, junto con Cristina y Tina ya estaba desnuda delante de la hogueraâ. ¿Estáis seguros de que no habrá nadie más por este bosque? âpreguntó ella mientras se miraba las tetas al aire.
âSegurÃsimo âla tranquilizó Carlosâ. Chicas, vais a tener tres minutos de ventaja y después saldremos corriendo detrás de vosotras e intentaremos atraparos. ¿Estáis listos para jugar una ronda de escondite para adultos? âdijo dirigiéndose a todos ellos con una gran sonrisa.
âVenga, vamos a empezar. ¡Casi no puedo aguantar los nervios! âexclamó Tina, vivaracha.
Carlos empezaba a preguntarse si su compañera no serÃa, en realidad, un poco ninfómana. Ella parecÃa disfrutar más que ningún otro del grupo de ver realizadas sus fantasÃas. Carlos sacó su teléfono móvil de la mochila.
âEmpezamos. Voy a contar los tres minutos de ventaja para vosotras desde... ¡ya! âanunció Carlos, gritando.
Al instante, Tina echó a correr lo más rápido que pudo, y Natalia y Cristina la siguieron pero se repartieron en diferentes direcciones. Los chicos observaron cómo se alejaban las tres mujeres desnudas que corrÃan campo a través. Tina era increÃblemente rápida, Natalia en comparación iba casi andando, era una chica delgada pero poco entrenada. Y Cristina hacÃa un visible esfuerzo, ya que sus kilos de más no la ayudaban a correr como un rayo.
â¡Quedaos quietos! âles ordenó Carlos, que vio cómo Luis se disponÃa a salir corriendo, ávido, detrás de las chicas cuando aún no se habÃan cumplido los minutos de ventaja. Hechizados los tres observaron el cronómetro.
âLos tres minutos se cumplen... ¡ahora! âdijo Carlos no muy alto mientras dejaba rápidamente el móvil a un lado. ¡Preparados, listos... ya! âexclamó ahora sà a voz en grito.
Carlos no lo dudó un segundo y echó a correr. Félix y Pablo corrieron ambos en la misma dirección por la que habÃa desaparecido Cristina.
descargar
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos. Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.