ANDRÉS Y EL DRAGÓN MATEMÁTICO by Mario Campos Pérez

ANDRÉS Y EL DRAGÓN MATEMÁTICO by Mario Campos Pérez

autor:Mario Campos Pérez
La lengua: spa
Format: epub
editor: LAERTES
publicado: 2014-07-17T00:00:00+00:00


XV

Presente, Pasado, Futuro

—Presente, Pasado, Futuro.

—¿Qué dices, Andrés?

—Berto, sólo estoy leyendo lo que pone en cada una de las tres puertas.

—Es verdad. Presente, Pasado, Futuro. Me recuerda aquella obra de Charles Dickens, ¿cómo se llamaba? Cuento de Navidad.

—Canción de Navidad, Berto. Pero no creo que esto tenga nada que ver con los espíritus que se le presentan a Mr. Scrooge. Además, las puertas están en desorden, pone: Presente, Pasado y Futuro, y según la flecha del tiempo, al menos como lo entendemos en nuestra dimensión, debería ser: Pasado, Presente, Futuro.

—Muy bien razonado, Andrés. Ni yo mismo lo hubiera hecho mejor. Tienes razón, la flecha, o lo que es lo mismo, el vector tiempo; tiene un solo sentido hacia delante. Pero recordad que muchos físicos han dudado que sea cierta esta aseveración. Además, en este extraño mundo cualquier suceso es probable.

—Yo no lo creo así, Berto.

—¿No?, Dime el porqué, Carmen.

—A causa de que no hemos recibido ningún castigo por nada.

—¿Castigo por nada?

—Sí, Berto. Si la flecha del tiempo invirtiera su sentido en este mundo, los acontecimientos sucederían al revés. Primero nos castigarían las criaturas del castillo y luego responderíamos mal. Y eso no ha ocurrido. Creo que podemos suponer que la flecha del tiempo no se ha alterado y sigue su curso hacia delante.

—Muy inteligente, Carmen. Vamos a presuponer que es cierto lo que dice Carmen, ya que es lo más coherente. Dado que las tres puertas son iguales puede que estén mal colocados los carteles o que, estando bien colocados, dé igual el orden.

—Berto, yo creo que están bien colocados los carteles.

—¿Por qué, Marcos?

—Pues porque nos encontramos en el Reino de lo Probable. En este castillo donde las Matemáticas tienen su gran centro de reunión. No creo que hayan sido tan chapuceros para equivocarse en el orden de los carteles. Puede que no importe el orden, al menos para elegir una de las tres puertas, ya que sólo podemos abrir una.

Si nos separamos en grupos más pequeños disminuye nuestra fuerza. Yo voto por elegir una de ellas y abrirla.

—Me parece muy bien razonado. Marcos y Carmen, me sorprendéis, en realidad todos os estáis comportando como auténticos guerreros de las matemáticas. ¿Cuál de las tres puertas elegimos?: Presente, Pasado, Futuro.

—Yo creo que la del Presente.

—¿Por qué, Andrés?

—Berto, parece que estamos ante una simple cuestión de azar, pero puede que no sea así. Las tres puertas no son iguales. Con lo cual los sucesos no son equiprobables.

—Es cierto, Andrés. Las tres puertas no son iguales. El cartel que indica lo que es cada una nos hace sospechar que los sucesos no tienen igual oportunidad de acaecer.

—No entiendo ni patata, Berto.

—Muy sencillo, Luis. Si tienes una bolsa llena de canicas de la misma forma y tamaño y te digo que extraigas una cualquiera, las oportunidades de obtener una u otra son las mismas. Pero si en la bolsa introduzco una bola de billar, tú sabrás por el peso y el tacto cual es la bola de billar y puede depender de ti el que saques una u otra.



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