La opción correcta by Violeta Boyd

La opción correcta by Violeta Boyd

autor:Violeta Boyd [Boyd, Violeta]
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9789566145233
editor: Crossbooks Chile
publicado: 2022-08-12T00:00:00+00:00


Capítulo 12

Enfrentados

AUDREY

En vista de que no había dormido en toda la noche, fui la primera en dejar el cuarto para volver al departamento de Devon. Traté de pedirle a Sol que me acompañara, pero estaba en un estado tan lamentable que pensé que lo mejor era dejarla dormir.

En el ascensor me sentí nerviosa. Las manos, pese a tenerlas frías por el sereno de la mañana, estaban sudadas. Intranquila, movía cada parte de mi cuerpo en busca de un punto de paz, pero no encontré ninguno y, al abrirse el ascensor, esto solo empeoró.

Al llegar a la puerta del departamento, solté un extenso y muy sonoro suspiro. Luego recordé que afuera, en una esquina, había una cámara desde donde se podía ver quién estaba frente a la puerta.

No le di más vueltas, ingresé la clave de acceso y entré.

El interior se veía oscuro y solitario y estaba más frío que de costumbre. Francis llegó a recibirme. Se notaba el hueco que había dejado en el sofá, así que supuse que se había quedado dormido esperándome. Me agaché y lo tomé por debajo de las axilas en el aire.

—¿Me extrañaste?

En ese momento Dhaxton salió de su habitación. Verme debió parecerle un espejismo, porque necesitó tiempo para distinguir mi figura entre las sombras de la sala.

Bajé a Francis con lentitud hacia mi pecho y lo retuve ahí, como si fuera un escudo.

—Estaba preocupado —dijo Dhaxton, con expresión compungida.

—¿Por mí? —pregunté con los dientes apretados.

—Sí...

—¿O porque sin mí no hay más juego? —zanjé antes de que continuara hablando.

—¿Hasta cuándo estarás convencida de que solo me interesas como un juego? Entiendo que dudes de mí, incluso lo acepto, pero mi preocupación es genuina. Desapareces sin decir nada, dejas a tu gato aquí y ¿esperas que no dude que te pasó algo?

Si lo planteaba de esa forma podía aceptarlo. Incluso creerlo.

Dio un paso en mi dirección y, como mis defensas estaban a tope, mi boca actuó por sí sola.

—No te acerques —le ordené—. Sé lo que pasó con Agnes. Ustedes y este estúpido juego la dañaron.

No lució sorprendido, más bien curioso.

—¿Quién te contó sobre ella?

—¿Eso importa? Ustedes la humillaron; la conquistaron para después decirle que era parte de un juego la noche en Free Candy. Y probablemente están haciendo lo mismo conmigo. Son peor de lo que pensé.

—Tú no lo entenderías. Agnes era una chica inestable que reaccionó de mala manera. Lo exageró todo sin tener en cuenta lo que nosotros sentíamos.

—Se cortó las muñecas...

—Cortó a muchas personas más —se defendió Dhaxton—. Incluso trató de herirnos a nosotros.

—Y cayó desde tan alto... —seguí yo, ignorando sus justificaciones o lo que fuera eso. Dhaxton permaneció callado, observándome a unos pasos, como si se hubiese resignado a hacerme entender lo contrario—. Dime, ¿se tiró o la empujaron?

Mi pregunta debió dolerle más que una quemadura y el fuego se propagó por todo su ser. De un par de zancadas logró situarse frente a mí, sin darme tiempo de prever sus movimientos. Agarró mi brazo para llevarme hacia su habitación.

—Ven —le alcancé a oír dentro de mis forcejeos.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.