Yo no soy nadie para ti by Enric Bach Orriols

Yo no soy nadie para ti by Enric Bach Orriols

autor:Enric Bach Orriols [Bach Orriols, Enric]
Format: epub
Tags: love_history
editor: www.papyrefb2.net


—También yo, con gusto habría prescindido del almuerzo a cambio de los placeres que creía que me esperaban —volvía a mostrarse burlón y su rostro recobraba la máscara de indiferencia.

Al día siguiente celebrarían la Nochebuena y a Marta le resultaba bastante extraño pasarla esquiando. Por esas fechas, el año anterior, Montse y Philip alquilaron una casa en París y Marta se encargó de preparar comidas para ocho invitados. Dos años atrás trabajaba en una empresa y pasó el día en casa de una de sus compañeras. Los dos años previos los pasó sola en su sofá cama.

Cuando todavía vivía su padre, pasó varias navidades en hoteles de Austria y Suiza. A pesar de los regalos espléndidos con que la prodigó, igual que a la amante que tenía en ese tiempo, siempre le faltó algo. Nunca tuvo una Navidad perfecta, excepto, tal vez, cuando vivía su madre.

Al vestirse para la cena se imaginó estar viviendo un sueño: Se encontraba ante la puerta de una gran casa de techo gris, en Formentera, era como si la fachada fuese transparente o se hubiera abierto como una casa de muñecas, una familia numerosa preparaba el árbol y envolvía los regalos comprados en el último momento. En la cocina, una mujer hacía pasteles de fruta y especias mientras escuchaba las palabras de un hombre alto y moreno que estaba de vacaciones, era Rafael con quince años más, sus sienes empezaban a mostrar algunas canas, pero seguía siendo guapo, la mujer a su lado parecía feliz.

Despertó de la fantasía con lágrimas en los ojos, sabía que sería feliz con ese tipo de vida, echaría mucho de menos a Rafael cuando se ausentara por largas temporadas, pero no se aburriría porque estaría cuidando de varios niños, la casa y el jardín, tal vez cuando los niños fueran un poco mayores contrataría los servicios de alguna mujer de confianza para poder acompañar al capitán Ormond durante sus viajes.

Era indispensable dejar de soñar despierta, jamás se convertiría en realidad, pero ¿por qué no? Apenas unas horas antes, Rafael le recordó que seguía siendo su esposa y la noche anterior, en la playa, al sugerirle ella que no era libre, él solo le preguntó si existía motivo para que deseara el divorcio.

Terminó de maquillarse y se levantó para escoger un vestido, cogió el de chifón verde que llevó en su luna de miel. Marta tocó el timbre para que la camarera viniese a ayudarla con los broches invisibles de la espalda.

—Señorita Marta, que traje tan bonito. Le sienta de maravilla.

—Gracias, es un vestido viejo, pero siempre me ha encantado.

—Esa es la ventaja que tienen los vestidos bien confeccionados: Si se cuidan parecen nuevos y si son sencillos no pasan de moda. He visto a mujeres con vestidos de Dior y de Chanel que tenían quince años. El año pasado una dama que estuvo aquí se puso uno de los trajes más bonitos que he visto nunca, era de terciopelo negro,



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