Viernes by Robert A. Heinlein

Viernes by Robert A. Heinlein

autor:Robert A. Heinlein [Heinlein, Robert A.]
La lengua: spa
Format: epub, mobi
Tags: Novela, Ciencia ficción
editor: ePubLibre
publicado: 1982-01-01T05:00:00+00:00


19

Catorce horas más tarde había avanzado tan sólo veinticinco kilómetros al este de donde había tenido que abandonar el sistema del tubo. Una hora de este tiempo la había pasado comprando, más de una hora comiendo, más de dos horas en atenta consulta con un especialista, unas celestiales seis horas durmiendo, y casi cuatro avanzando cautelosamente hacia el este en paralelo a la alambrada de la frontera sin acercarme a ella… y ahora era el amanecer y me acerqué a la alambrada, directamente a ella, preparada para saltarla, un aburrido mecánico reparador.

Pembina es solamente un poblado; tuve que bajar hasta Fargo para encontrar un especialista… un viaje rápido con la cápsula local. El especialista que deseaba era del mismo tipo que «Artistas, Ltd.» de Vicksburg, excepto que su empresa no se anunciaba en el Imperio; me tomó tiempo y algunos cautelosos billetes encontrarlo. Su oficina estaba en la parte baja de la ciudad, cerca de la Avenida Principal y el Paseo de la Universidad, pero estaba camuflado por un negocio mucho más convencional; era difícil reparar en él.

Yo llevaba todavía el descolorido mono de neodril que llevaba cuando me tiré al agua desde el Salto a M’Lou, no porque tuviera ningún afecto especial hacia él sino porque un traje azul de una pieza de ropa gruesa es lo más parecido a un atuendo universal unisex que una puede encontrar. Lo había llevado incluso en Ele-Cinco o en Luna City, donde es más usual el monokini. Añádele un pañuelo y un ama de casa lista puede ir con él de compras; lleva un maletín y te conviertes en un respetado hombre de negocios; mánchalo bien y artísticamente y se convierte en el traje de un vagabundo. Puesto que es difícil de ensuciar, fácil de limpiar, no se arruga, y casi nunca se gasta, es ideal para un correo que desea fundirse en el entorno y no puede perder tiempo o equipaje en trajes.

A ese mono le había añadido un grasiento gorro con «mi» insignia de la unión prendida en él, un desgastado cinturón de cadera lleno de viejas pero útiles herramientas, una bandolera de repuestos eléctricos sobre un hombro, y un equipo soldador portátil en el otro.

Todo lo que llevaba estaba muy gastado, incluidos los guantes. Bajo la cremallera del bolsillo derecho de mi cadera había una vieja cartera de piel con documentos de identidad indicando que yo era «Hannah Jensen» de Moorhead. Un amarillento recorte de periódico indicaba que había sido jefa de animadoras del equipo de fútbol de la universidad; una manchada tarjeta de la Cruz Roja identificaba mi grupo sanguíneo como O Rh ps sub 2 (lo cual es cierto) y me acreditaba como donante… aunque las fechas indicaban que llevaba más de seis meses sin donar.

Otra trivialidad mundana daba a Hannah unos antecedentes en profundidad; incluso llevaba una tarjeta Visa expedida por la Moorhead Savings & Loan Company… pero en este artículo le había ahorrado al Jefe más de mil coronas: puesto que no esperaba utilizarla, le



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.