Vergüenza y necesidad by Bernard Williams

autor:Bernard Williams
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788491140481
editor: La balsa de la Medusa

Teseo responde:

Te has ejercitado mucho más en rendirte culto a ti mismo que en ser piadoso con tus padres, como era tu deber.

El deseo de Hipólito no sólo es extraordinario de por sí, sino que además desplaza el enfoque, como reconoce la respuesta de Teseo, de un tipo a otro de interioridad. Hipólito ha estado luchando con el hecho de que su padre no va a considerarle inocente de una acción que tanto él como cualquier otra persona juzgarían imperdonable. En su deseo, no se convoca a sí mismo como testigo a su favor: en esta calidad, sería tan inútil como las paredes, aunque por el motivo contrario, pues su declaración sería todo discurso sin ninguna sustancia. Quiere ser testigo no a favor de, sino de Hipólito, su único partidario, y este deseo desplaza la atención de lo que él sabe de sí mismo –la falsedad de la acusación de Fedra– hacia su carácter virtuoso, hacia su integridad como hombre puro y honorable. El crudo narcisismo de la imagen que expresa esta idea lleva a Teseo a formular la injuriosa acusación de que la virtud de Hipólito siempre ha sido egocéntrica. Sebein, 'adorar o reverenciar', es el vocablo que aplica a la actitud de Hipólito hacia sí mismo: Hipólito considera su alma como un lugar sagrado, apartado de la necesaria actividad de preocuparse por los demás.

Esta actitud proporciona un contrapunto con el error de Fedra, pero no se trata de un contrapunto simple. Ella está obsesionada consigo misma, al igual que Hipólito. En el caso de Fedra, su obsesión adopta la forma de una vergüenza convencional, de una preocupación abrumadora por su propia reputación. Esta inquietud se dirige hacia sí misma, pero en cierto modo honra la existencia de otros. Si, en palabras de la propia Fedra, este tipo de vergüenza puede destruir su casa, es porque está orientada únicamente a lo que los otros piensan y dicen. Por el contrario, la preocupación de Hipólito por sí mismo deja completamente al margen a las otras personas; al considerarseun lugar impoluto, se ha apartado por completo de la humanidad, tanto de sus opiniones como de sus necesidades.

El Hipólito crea un espacio en el que los aspectos de 'orientación hacia el yo' y de 'orientación hacia los otros' del aidós pueden oponerse mutuamente en varias contraposiciones distintas. La imagen que Hipólito tiene de sí mismo, en su confrontación con Teseo, representa la verdad de lo que ha hecho frente a lo que los otros piensan falsamente: en este punto, lo 'interior' es a lo 'exterior' como la realidad es a la apariencia. No obstante, la crítica que Teseo descarga contra Hipólito y su virtud particular de autoprotección y pureza identifica lo 'interior' con una devoción por el yo que se contrapone con una adecuada preocupación por los demás. En el caso de Fedra, las relaciones entre lo público y lo privado también son incorrectas, aunque en otro sentido; ella se preocupa por los otros, pero este sentimiento se manifiesta preponderantemente en forma

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