Umrao Jaan Ada. La cortesana de Luknow (Rara Avis) (Spanish Edition) by Mirza M. Hadi Ruswa

Umrao Jaan Ada. La cortesana de Luknow (Rara Avis) (Spanish Edition) by Mirza M. Hadi Ruswa

autor:Mirza M. Hadi Ruswa [Hadi Ruswa, Mirza M.]
La lengua: spa
Format: azw3
Tags: QuarkXPress, ebook, epub
ISBN: 9788484288527
editor: Alba Editorial
publicado: 2013-02-28T16:00:00+00:00


–¡Claro! Dinero no ganado, corazón indiferente. Y ¿quién iba a tener un corazón más indiferente que él?

–¿Por qué dice que era dinero que no había ganado, Mirza sahab?

–¿Qué se cree usted, Umrao Yan, que le estaba quitando las joyas a su madre para dárselas a usted?

–¡Yo qué sabía!

Capítulo XIII

Entre aquellos que venían a visitarme por la noche se encontraba un joyero llamado Panna Mal Choudhuri, que solía quedarse una o dos horas. Solo quería que le hiciera compañía de modo que no le importaba que hubiera otras personas delante. Me daba doscientas rupias al mes sin contar las cosas que le pedía yo. Cuando comenzó a venir Feiz Alí sus visitas se hicieron más escasas, y en vez de venir todos los días empezó a venir cada dos o tres días. En una ocasión desapareció durante quince días y cuando volvió estaba muy pesaroso. Prácticamente no hablaba, únicamente se limitaba a responder a las preguntas que yo le hacía.

–Habrás oído lo que pasó, ¿no? –me preguntó entonces.

–¿Qué?

–Estoy arruinado. Entraron los ladrones en mi casa y me robaron toda la herencia.

–¡Ay! ¿Te han robado? ¿Cuánto dinero se han llevado?

–Todo, no me ha quedado nada. Se llevaron doscientas mil rupias en joyas.

Yo me reía para mis adentros porque todo el mundo sabía que su padre, Channa Mal, era multimillonario. No cabe duda de que esa cantidad era una suma muy grande, pero para ellos no era nada. No obstante, fingí entristecerme por la noticia.

–Sí, hoy hay muchos ladrones en la ciudad. Han robado en el palacio de Malika Alam[1], y también en la casa de Lala Gohar Prashad. ¡Es terrible! He oído decir que son ladrones que vienen de fuera. El pobre Mirza Alí Beg está asombrado. Han interrogado a todos los ladrones de la ciudad, y no han encontrado ninguna prueba. No hacen más que repetir que ellos no han sido.

Al día siguiente de venir Panna Mal, me encontraba en mi habitación y oí un alboroto en el Chowk. Me dirigí a la ventana y al observar desde detrás de la cortina de bambú vi que había mucha gente.

Un hombre decía:

–Al final lo han cogido.

Otro decía:

–¡Qué bueno es nuestro kotwal! ¡Ojalá todos fueran así!

–¿Por qué? ¿También han encontrado lo que habían robado? –preguntaba un tercero.

–Han encontrado muchas cosas, pero todavía faltan muchas más –dijo otro.

–¿Han cogido al mian Feizo[2]?

–Sí, allí viene.

Entonces vi que venía Feizo atado custodiado por unos soldados y rodeado de un montón de gente. Tenía el rostro cubierto con un pañuelo, por lo que no se le veía la cara.

Esto ocurrió antes del mediodía. No obstante, como era habitual, Feiz Alí se presentó poco después del anochecer. Estábamos solos en la habitación y nada más llegar me dijo:

–Hoy me voy a marchar. Volveré pasado mañana. Mira, Umrao, no le enseñes a nadie las cosas que te he dado. No se las des a bua Hasini ni se las enseñes a Janam porque te serán útiles en un futuro. Volveré pasado mañana sin falta. Bueno, dime una cosa: ¿puedes venir conmigo unos días?

–Tú ya sabes que dependo de Janam.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.